El Relato de Jacob. Parte 3

PARTE 3

Génesis 40—41:40

El Señor continuó bendiciendo a José a pesar de estar encarcelado. Sabiendo que mi hijo era inocente de cualquier crimen, el Señor le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel como a alguien que se le podía confiar responsabilidades. Pronto José era el segundo en jefe de la prisión, haciéndose cargo de todos los asuntos administrativos del jefe de la prisión.

Algún tiempo después dos oficiales de la corte de Faraón lo disgustaron y fueron enviados también a prisión para languidecer allí, y en la misma noche tuvieron sueños raros cada uno. Buscando entre los prisioneros a alguien que se los interpretara, le preguntaron a José. Él les respondió que “de Dios eran las interpretaciones”, pero que le contaran sus sueños.

El ex jefe de los coperos lo hizo primero. En su sueño él veía una vid la cual tenía tres ramas que brotaban y daban flor, llegando a madurar sus racimos de uvas. También veía la copa de Faraón en su mano y tomaba las uvas y las exprimía en la copa. Luego le daba la copa a Faraón.

El Señor le dio a José la interpretación. Las tres ramas eran tres días después de los cuales Faraón liberaría al jefe de los coperos y los reinstalaría a su puesto anterior.

Esto era una buena noticia así que el otro oficial, el ex jefe de los panaderos, no podía esperar para contar su sueño. Él veía tres canastillos blancos sobre su cabeza. En el canastillo más alto había toda clase de manjares de pan para Faraón, pero las aves del cielo se comían el pan del canastillo que estaba sobre su cabeza.

De nuevo, el Señor le reveló a José su significado. Los tres canastillos eran tres días, pero las aves que comían el pan significaban que en tres días Faraón decapitaría al panadero y colgaría su cuerpo en una horca de madera.

José hizo que cada uno de ellos le prometiera que le diría a Faraón quién fue el que había interpretado el sueño de cada uno, y luego los despidió.

Tres días después fue el cumpleaños de Faraón y durante las festividades envió por sus dos oficiales, restaurando a su puesto al jefe de los coperos, pero ejecutando al jefe de los panaderos tal y como José lo había predicho. En su alegría, el jefe de los coperos se olvidó de José. Todos ustedes los que tienen experiencia con el Nuevo Testamento, podrán ver aquí algo que ninguno de nosotros en mi día, podría haber observado. Estoy hablando del increíble simbolismo de estos dos sueños.

El copero estaba languideciendo en prisión, y en lo que a él le concernía, estaba muerto. El vino en su sueño era una indicación de que iba a ser liberado de la prisión, vuelto a la vida, y ante la presencia de Faraón otra vez. Ahora piensen un momento en su rito de la comunión, o de la Cena del Señor. El vino simboliza la Sangre de Cristo, vertida para la remisión del pecado. Nos libera de la atadura, o cárcel, de nuestros pecados, restaura la vida de aquellas personas que están como muertas por falta de un Salvador, trayéndonos ante la presencia de nuestro Rey.

El cuerpo del panadero estaba partido y pendía de una horca de madera, un árbol, tal y como su sueño lo había predicho. La noche antes de que fuera clavado en el árbol de Calvario, Jesús tomó pan, lo partió diciendo, “Este pan es mi cuerpo que es entregado por ustedes” Él tenía que morir para darnos la vida.

Y así como estos dos prisioneros experimentaron el cumplimiento de sus sueños al tercer día después de haber conocido su significado, de la misma manera el creyente recibió el cumplimiento de la promesa del Señor en el tercer día después que la pronunció. Durante tres días, luego de que Su cuerpo fue partido y Su sangre fue vertida, Él se levantó de los muertos a la vida eterna, demostrando que todo aquel que creen en Él lo hará de la misma manera.

Dos años más tarde, Faraón tuvo un par de sueños extraños que nadie en su corte pudo explicar, y así, finalmente, el jefe de los coperos se acordó de José. Sacándolo apresuradamente de la cárcel y ante la presencia de Faraón, los oficiales le solicitaron que interpretara el sueño de Faraón. De nuevo José dijo que las interpretaciones le pertenecen solamente a Dios, pero estuvo de acuerdo en escuchar los sueños y explicar su significado.

En el primer sueño Faraón estaba de pie junto al río Nilo cuando del mismo salieron siete vacas gordas y hermosas que pacían en el prado. Entonces, salieron otras siete vacas pero flacas y feas las cuales se comieron a las siete vacas gordas. Pero luego que las comieron permanecían tan flacas y feas como antes. Faraón se despertó por un momento para luego volver a dormirse y soñar por segunda vez que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, pero después salieron otras siete espigas menudas y abatidas por el viento solano que se comían a las siete espigas hermosas.

José le dijo a Faraón que los dos sueños eran uno solo y significaban lo mismo. A siete años de abundancia en Egipto, les seguirían siete años de hambre extrema. El hambre sería tan severa que consumiría toda la abundancia y aun más, y la gente olvidaría toda la abundancia debido a lo severo del hambre. El sueño se dio en dos formas para mostrarle a Faraón que el asunto estaba dispuesto en la mente de Dios y pronto se llevaría a cabo.

Luego José le sugirió a Faraón que pusiera una persona prudente y sabia sobre la tierra de Egipto, para asegurarse que la mayor cantidad de la provisión fuera guardada durante los siete años de abundancia, para que hubiera suficientes granos para poder sobrevivir durante la hambruna. Recomendó que el 20% de cada cosecha se guardara durante los siguientes siete años.

Viendo la sabiduría de José y estando de acuerdo con su recomendación, Faraón lo nombró para hacer ese trabajo, describiéndolo como “en quien está el espíritu de Dios”. En cuanto a su poder, Faraón decretó que en todo Egipto solamente él sería superior a José.

Y así mi querido hijo, habiendo sido rechazado y traicionado por sus hermanos, lanzado dentro de una cisterna, vendido como esclavo a Egipto y reportado como muerto, falsamente acusado y sentenciado erróneamente, salió de su prisión para convertirse en el segundo hombre más poderoso en el mundo conocido, y el único responsable de salvarlo de una destrucción cierta. Fue el primer súper héroe mundial.