Es lo que creemos, no cómo nos comportamos

Q

Viernes, 13 de octubre de 2017

P: Tengo una pregunta sobre la carta a los Romanos. ¿Qué es lo que Pablo realmente quiso decir en Romanos 7:25 cuando dijo que “yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado”? ¿Quiere eso decir que a pesar de que él no puede complacer a Dios guardando la ley externamente, mientras tenga la voluntad de querer hacer lo que es correcto, ya eso es una manera de servir la ley de Dios?

A

R: No necesariamente. Romanos 7:25 es un declaración resumida de lo que Pablo escribió empezando en Romanos 7:14. Y esa fue su confesión de que no importa lo mucho que se esforzaba en intentarlo, él simplemente no podía guardar la ley a satisfacción de Dios. De hecho, mientras más se esforzaba, parecía que la cosa se ponía peor. Él amaba la ley y sabía que era correcta, pero él no podía dejar de romperla. Entonces, en un momento de angustia él dijo:

¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24).

En el versículo 25 él le dio gracias a Dios por haber enviado a Jesús a rescatarlo, resumiendo su situación en el versículo 25 antes de proseguir diciendo, “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1) y explicando en detalle cómo Dios lo rescató a él y a nosotros en el resto del capítulo 8.

Uniendo estos dos capítulo realmente queda demostrado el contraste entre la Ley y la Gracia y muestra cómo es que el apuro en que están las personas solamente puede resolverse por medio de la dependencia en la obra terminada de Jesucristo.