Jueves 28 de mayo de 2020
P: ¿Alguna vez ha sentido que las personas creyentes nacidas de nuevo deben hacer más esfuerzo en acercarse a los llamados creyentes sólo de nombre en vez de tratar de acercarse a las personas “pecadoras”? Pareciera que esa sería una tarea más difícil para mí, pero lo pregunto debido a la cercanía del rapto. No puedo imaginar a un grupo tan sorprendido, desilusionado y aterrado que será después del rapto.
R: Alguien dijo una vez, “No hay mayor obstáculo para descubrir la verdad que el creer que uno ya la ha encontrado.” Este es el mayor problema al que se enfrentan las personas cristianas sólo de nombre. Ellas saben quién es Jesús y tienen una idea de lo que Él ha hecho, pero no lo conocen en el sentido de tener una relación con él.
Esas personas no se dan cuenta de uno puede tener la cabeza llena del conocimiento acerca del Señor, pero a menos que uno tenga Su Espíritu en el corazón, uno está en peligro de estar a la puerta del Reino y que Él lo despida a uno diciendo, “A decir verdad, a usted no lo conozco.”
Es por eso que yo creo que hay tantos movimientos del Espíritu Santo que han comenzado fuera de la religión organizada. El Señor dijo que no se puede poner vino nuevo en odres viejos o coser un parche nuevo en una tela vieja (Mateo 9:16-17).
Él estaba hablando de la dificultad de enseñarles el Nuevo Pacto a personas que se han enorgullecido por su conocimiento del Antiguo Pacto, pero Él pudo haber dicho la misma cosa al tratar de enseñarles a las personas creyentes sólo de nombre de la Era de la Iglesia sobre la necesidad de nacer de nuevo.
Más que todo, las personas creyentes sólo de nombre necesitan nuestras oraciones para que el Señor abra sus corazones. Recuerde, nosotros podemos consolar a las personas con la verdad del Evangelio, pero solamente el Espíritu Santo las puede convertir.