Los Tiempos Del Fin Según Isaías… Parte 6

Miércoles 28 de agosto de 2019

Un Estudio Bíblico Por Jack Kelley.

En esta ocasión empezamos con un pasaje muy descriptivo que abarca cuatro capítulos dedicados a la destrucción venidera de la tierra al final de la era. Antes de que terminemos, veremos el juicio de la tierra, Babilonia destruida, el Mesías revelado, la Iglesia raptada, Satanás juzgado, Israel restaurado, y también tendremos un vistazo de la eternidad.

Isaías 14, La Devastación de la Tierra por Dios…

Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe (Isaías 24:1-2).

Nadie escapará de este juicio venidero. Será a nivel mundial y afectará a todas las personas. En Jeremías 30:11 sabemos que uno de los objetivos del Señor en la gran tribulación será el destruir completamente a todas las naciones entre las cuales Su pueblo fue esparcido.

La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus habitantes; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno (Isaías 24:3-5).

La razón de este juicio es la desobediencia de la gente de la tierra. El pacto sempiterno es el pacto mediante el cual el Hijo (Jesús) estuvo de acuerdo en morir por nuestros pecados y a cambio de ello el Padre (Dios) estuvo de acuerdo en perdonarnos. La humanidad no forma parte de ese pacto, nosotros solamente somos los beneficiarios. La palabra hebrea traducida como ‘quebrantar’ aquí significa el frustrar la intención de llegar a un acuerdo. El Padre y el Hijo han hecho Su parte y han mantenido Su palabra, pero la gente de la tierra ha rehusado aceptar sus provisiones y ser salva. Es esa desobediencia la que finalmente acarreará el juicio de Dios porque Él no ofrece ninguna otra provisión de escape.

Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus habitantes fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los seres humanos. Se perdió el vino, enfermó la vid, gimieron todos los que eran alegres de corazón. Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa. No beberán vino con cantar; la sidra les será amarga a los que la bebieren.

Quebrantada está la ciudad por la vanidad; toda casa se ha cerrado, para que no entre nadie. Hay clamores por falta de vino en las calles; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra. La ciudad quedó desolada, y con ruina fue derribada la puerta. Porque así será en medio de la tierra, en medio de los pueblos, como olivo sacudido, como rebuscos después de la vendimia (Isaías 24:6-13).

En unos pocos versículos más adelante, vamos a ver una referencia de Babilonia. Pero yo creo que estos versículos hablan de una ciudad típica de la tierra. A través de toda la era del hombre, las ciudades han sido más corruptas que los pueblos pequeños más alejados. Entonces tiene sentido de que todas sean totalmente destruidas.

Estos alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza de Jehová; desde el mar darán voces. Glorifiquen por esto a Jehová en los valles; en las orillas del mar sea nombrado Jehová Dios de Israel. De lo postrero de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo (Isaías 24:14-16a).

Los creyentes de la tribulación serán las únicas personas sobre la tierra que van a entender lo que está sucediendo. Ellos verán la justicia de Dios en estos juicios y lo alabarán por ello.

Y yo dije: ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales

Terror, foso y red sobre ti, oh habitante de la tierra. Y el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra. Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará (Isaías 24:16b-20).

Jesús dijo que los juicios de Dios durante la gran tribulación excederán cualquier cosa que el mundo jamás haya visto ni verá en el futuro (Mateo 24:21). Esto significa que el lenguaje que utiliza Isaías, como evocando el diluvio universal, realmente se queda corto. Cuando el juicio termine, ningún edificio quedará en pie, todas las montañas habrán caído. Los terremotos producirán grandes grietas en la superficie de la tierra.

Yo creo que uno de los propósitos de la gran tribulación será preparar a la tierra para ser hecha nueva, y ser puesta en la condición que tenía cuando llegó Adán. Esto quiere decir que todo lo que el hombre ha hecho para profanar y contaminar el planeta, será revertido. Yo creo que también el planeta tendrá que ser enderezado en su eje y llevado a una rotación de 360 días alrededor del sol, así como que su clima sub tropical global sea restablecido otra vez.

En aquel día Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra. Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días. La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso (Isaías 24:21-23).

Esta declaración que resume los juicios de los tiempos del fin, lo dice todo. El ejército de los cielos se refiere a Satanás y sus hordas. Los reyes de la tierra sobre la tierra son todos aquellos líderes que se unieron con Satanás en contra de Dios (¿Puede usted nombrar alguno que no lo ha hecho?) Como vimos en Isaías 14, todos terminarán juntos en el infierno, mientras que el Dios Todopoderoso finalmente tomará posesión de lo que es Suyo, y reinará en gloria entre los ancianos de Israel.

Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente. Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y la gloria de Jehová llenó la casa. Y me dijo: Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde pondré las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre (Ezequiel 43:4-5, 7).

Isaías 25, Gloria al Señor

Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado. Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas (Isaías 25:1-3).

Por la descripción que nos da Isaías, podemos concluir que la ciudad a la que se está refiriendo es Babilonia. Los sobrevivientes de la tribulación que entren en el milenio van a recordar lo poderosa que fue esa ciudad y cómo quedó totalmente destruida. Ellos y sus hijos honrarán al Señor aunque solamente fuera por la razón de que Él puede hacerles lo mismo.

Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro. Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube harás marchitar el renuevo de los robustos (Isaías 25:4-5).

El salmista dijo que el Señor es nuestro escudo (Salmo 3:3) nuestro refugio y fortaleza (Salmo 91:2). El poder protector del Señor mantendrá bajo control a los violentos durante Su reinado de mil años, y al final del mismo Él los destruirá de la misma manera como destruyó Babilonia.

Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.

Y se dirá en aquel día: Éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación (Isaías 25:6-9).

En Isaías 65:17-25 el profeta dejó en claro que la gente de la tierra no será inmortal durante el milenio, a pesar de que los lapsos promedio de vida aumentarán dramáticamente. Aquí Isaías está señalando hacia el final del milenio cuando Dios otorgará a todo Su pueblo la misma bendición de inmortalidad que Él le habrá concedido a la Iglesia en el Rapto. Y la primera cosa para celebrar esta bendición será una gran fiesta con deliciosos manjares y suculentas comidas, y vinos purificados.

Este podrá ser el único atisbo real de la eternidad en la Biblia. Cuán apropiado es que contenga finas comidas y bebidas. Eso nos muestra que seremos seres físicos disfrutando de algunos de los mismos intereses y deseos que tenemos aquí en la tierra, pero sin los efectos negativos posteriores. Imagínense participar en una inmensa fiesta con toda la familia del hombre, preparada y atendida por el mismo Creador. De manera intuitiva todos nos conoceremos, con cada uno expresando el amor perfecto como el que sienten los hermanos y hermanas que son muy cercanos. Como Iglesia ya hemos sentido eso antes, y tendremos el especial placer de saber que ahora toda la raza humana finalmente será una en sintonía y para siempre. Observando la sorpresa de nuestros recién perfeccionados hermanos y hermanas del milenio nos recordará de los días justo después del Rapto, ya entonces mil años atrás, cuando por primera vez nos sentimos así.

En el versículo 9 la palabra hebrea para Dios es Elohim, Su nombre de Creador, por el que nuestros primeros ancestros lo conocían. El nombre para Señor se deriva del tetragrámaton JHVH. Estas son las cuatro iniciales que son la base para el Nombre de Dios en el Antiguo Pacto, el cual pronunciaban los israelitas con suma reverencia y temor. Y la palabra para Su salvación es Yeshúa, el nombre de Jesús, mediador del Nuevo Pacto, el Nombre que es sobre todo nombre. Desde el primer hombre hasta el último, gritaremos los nombres de Dios en alabanza y agradecimiento.

Porque la mano de Jehová reposará en este monte; pero Moab será pisoteado en su mismo sitio, como se pisotea la paja en el corral. Y extenderá su mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia y la destreza de sus manos. Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a tierra, hasta el polvo (Isaías 25:10-12).

Puesto que la nación llamada Moab desapareció de la tierra cuando Nabucodonosor la destruyó en el Siglo VI a.C., los comentaristas miran esta referencia de Moab como simbólica de los enemigos del Señor al final del milenio. Antes de que pueda llevar a la humanidad a su destino eterno, el Señor tiene que destruir a todos Sus enemigos. Hablando sobre las responsabilidades del Señor al final de los tiempos, Pablo escribió, «Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte» (1 Corintios 15:25-26).

Una vez que Él ha destruido la última rebelión al final del milenio, la muerte será el último enemigo que queda. Apocalipsis 20:14 dice que la muerte y el Hades serán lanzados al lago de fuego después del juicio ante el Gran Trono Blanco. Cuando eso suceda, entonces la humanidad será hecha eterna, y la eternidad puede empezar. Esto nos dice que los creyentes del milenio van a recibir cuerpos perfeccionados en ese momento, porque nadie que posea una naturaleza pecaminosa puede ser hecho inmortal en el cielo.

La próxima semana tomaremos los capítulos 26 y 27 en los cuales veremos el Rapto de la Iglesia, la derrota de Satanás, y la liberación de Israel. Manténganse en sintonía. 14/02/2009.