El dominio de Satanás y la soberanía de Dios

Q Escuche su estudio sobre Daniel 10-11 [https://gracethrufaith.com/free/mp3/mp3-the-book-of-daniel/] y tengo dos preguntas que hacerle:

1.- ?Por que mataron a Isaias?
2.- En cuanto a su discusion y las referencias a 1 Juan 5:19 («todo el mundo se encuentra bajo control del maligno» y Mateo 4:8 en donde Jesus no disputo el alegato de Satanas que todos por reinos de la tierra eran suyos, ?como se ajusta eso con la soberania de Dios? Satanas tuvo que pedirle permiso a Dios para afligir a Job. Romanos 8:28 dice que todas las cosas le ayudan a bien a los que aman a Dios, y 1 Tesalonicenses 5:18 dice que en todo debemos dar gracias.

A De acuerdo a la tradicion Isaias fue aserrado en dos por el rey Manases, uno de los reyes mas malvados de Juda, probablemente por haber hablado en contra de el.

Ademas de la declaracion de 1 Juan 5:19, Jesus le llamo a Satanas el principe de este mundo (Juan 12:31, 14:30, y 16:11). Pablo lo llamo el dios de este siglo (2 Corintios 4:4) y el principe del poder del aire (Efesios 2:2).

En la narracion de Lucas sobre las tentaciones en el desierto, Satanas, mencionando los reinos de este mundo dijo, «Yo te dare poder sobre todos estos reinos y sobre sus riquezas, porque a mi han sido entregados, y yo puedo darselos a quien yo quiera» (Lucas 4:6). Si eso no hubiera sido cierto, la respuesta logica del Senor habria sido poner en duda a Satanas, pero no lo hizo.

La Iglesia menciona la soberania de Dios, pero hay cosas que Dios no puede hacer. Por ejemplo, El no puede quebrantar Su palabra, no puede quebrantar Su Ley, no puede obligarnos a amarlo, no puede hacer que dejemos de pecar, y no puede prevenir que vayamos al infierno si eso es lo que estamos determinados a hacer.

Adan y Eva desobedecieron a Dios con lo cual perdieron el dominio sobre la Tierra y se lo entregaron a Satanas. Revertir esas consecuencias le costo a Dios la vida de Su Hijo (Romanos 8:19-21) y el Libro de Apocalipsis de manera parcial abarca el movimiento de Dios para volver a poseer lo que El ha redimido.