Martes 8 de noviembre de 2022
P: Hace poco escuché a un buen predicador decir que Dios disciplina a las personas cristianas. Esto es ciertamente cierto, pero luego dijo que Dios también nos puede castigar. Esta es la parte que me causa problemas. Como personas cristianas, nuestra salvación está garantizada. Sin embargo, debemos confesar nuestros pecados y siendo un Dios justo, Él nos perdonará. Creo que esto nos mantiene en comunión con Él. Pero si Dios perdona nuestros pecados y luego nos castiga por ellos, entonces estaríamos justificados para perdonar a nuestros enemigos y luego castigarlos por lo que nos hicieron.
R: Creo que se puede argumentar que el Señor nos disciplina, si consideramos la disciplina en su sentido más puro, que es el entrenamiento. Pero decir que nos castiga, según entendemos la palabra, sería un caso de doble riesgo.
Digo eso porque Él ya castigó a Su Hijo en nuestro lugar (1 Pedro 3:18). Después de haber declarado que la muerte de Su Hijo era suficiente para pagar el castigo de todos nuestros pecados, ¿cómo podría volverse y castigarnos por la misma ofensa?
Y considere esto, si quiere. Debido a la cruz, el Señor ya nos ve como una nueva creación (2 Corintios 5:17) con una justicia igual a la Suya (2 Corintios 5:21) perfecta para siempre (Hebreos 10:12-14). En el Rapto, Él eliminará todas nuestras imperfecciones (1 Corintios 15:51-53) para que cuando lleguemos a Su presencia seamos como Él es (1 Juan 3:2). No se puede obtener nada mejor que eso.
Dicho todo lo anterior, yo creo que la mayor parte de lo que llamamos castigo o incluso disciplina del Señor son realmente las consecuencias predecibles de nuestro propio comportamiento, lo que significa que las traemos sobre nosotros sin que el Señor tenga que nada que ver. A algunas personas no les gusta admitir eso, entonces dicen que Él las está castigando.
Padre, por favor perdónanos cuando te culpamos por las cosas que nos acarreamos a nosotros mismos. Amén.