El Espíritu Santo y el Rapto

Q

Martes 3 de agosto de 2021

P: La única prueba que necesito del Rapto de la Iglesia es el hecho de que Dios va a remover el Espíritu Santo de la Tierra en los últimos días, y nosotros estamos sellados con el Espíritu Santo. ¿Está usted de acuerdo en que esta es la prueba más grande?

A

R: Usted se está refiriendo a 2 Tesalonicenses 2:7 en donde El que detiene la obra del inicuo es quitado de en medio. Este pasaje se cree que es una predicción de la remoción del Espíritu Santo del mundo, y puesto que el Espíritu Santo está sellado en nosotros, por lógica nosotros tenemos que ser removidos también. Esa es una insinuación del Rapto de la Iglesia antes que el anticristo sea completamente revelado. A propósito, el Espíritu Santo sí tiene un ministerio durante los tiempos del fin. Él no va a estar sellado en los creyentes como lo está ahora. Será similar a cómo era en tiempos del Antiguo Testamento.

También hay otras razones válidas por qué la Iglesia debe desaparecer antes de la Gran Tribulación. El hecho es que el Rapto antes de la tribulación es la única posición que puede ser respaldada por una interpretación estricta y literal de las Escrituras. Pero debemos reconocer que el debate sobre la existencia o el momento del rapto no está basado en la lógica, sino más bien en la emoción.

La verdadera cuestión es la naturaleza y la extensión de la Gracia de Dios. No se necesita ser un genio para saber que merecemos ser castigados por nuestros pecados. De alguna manera la idea de que Jesús tomó todo nuestro castigo, eso no parece ser justo, especialmente para quienes de nosotros que se nos enseñó que tenemos que llevar las consecuencias de nuestro comportamiento. La Gracia es algo contra intuitivo a la mente entrenada para creer en justicia y equidad, porque nos permite escapar y “quedar impunes.” Eso no es justo. Debemos obtener lo que merecemos.

Las personas que niegan el rapto antes de la tribulación con frecuencia señalan a la primera iglesia. Esas personas también fueron salvas por fe, pero aun así sufrieron una horrible persecución. ¿Por qué nosotros debemos de escapar a eso? Esas personas realmente deben estudiar las Siete Cartas de Apocalipsis 2—3 como una cronología profética de la historia de la Iglesia. La historia de la persecución la personifica la carta a la iglesia en Esmirna. No se le prometió ningún alivio, sino se le advirtió a permanecer firme a través del reinado de 10 Césares (250 años), aun hasta la muerte, para poder recibir la vida. De hecho, ninguna de las primeras tres cartas promete ningún alivio. No fue sino hasta la carta a la iglesia en Tiatira que alguna esperanza para escapar fue ofrecida, y únicamente en la carta a la iglesia en Filadelfia está la promesa de guardarnos del todo de la hora de la prueba.

Hoy día no existen equivalentes modernos para Éfeso, Esmirna o Pérgamo. Yo creo que esas iglesias sirvieron un propósito específico diseñado para acelerar el crecimiento inicial de la Iglesia y ocupar un lugar especial en el corazón de Dios. Estas pueden ser las que se representan en Apocalipsis 6:9-11. Pero Tiatira simboliza la iglesia Católica. Sardis las protestantes principales, Filadelfia la Iglesia Evangélica, y Laodicea la apóstata. Todas estas cuatro todavía están en la Tierra hoy día, y en tres de las cuatro, está la promesa de escapar, por lo menos para algunas personas de ellas. Solamente se omite la iglesia en Laodicea.

La realidad es que la Gracia de Dios está más allá del alcance de nuestras mentes cargadas de culpa para poder comprenderla, es demasiado para siquiera tener esa esperanza. Cuando nuestros sueños exceden los límites de nuestra imaginación, lo más probable es que temamos las consecuencias de fracasar en vez de anticipar las recompensas del éxito. Un rapto después de la tribulación, o aun ningún rapto, no es ninguna alternativa segura.