¿Inmortales de nuevo?

Q

Viernes 30 de octubre de 2020

P: Le doy gracias a Dios por su estudio de Hebreos. Realmente me ayudó a entender que nuestro Señor Jesucristo está allí esperándonos. Me podría explicar un poco más este versículo de Génesis porque estoy un poco confundida.

Y dijo el SEÑOR Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.” Génesis 3:22.

A

R: Adán fue creado inmortal, pero se hizo mortal cuando pecó en la caída, y fue destinado para morir. En Génesis 2:22-24 el Señor estaba confirmando que puesto que el hombre se había convertido en un ser pecador, no podía permitírsele que volviera a ser inmortal de nuevo, porque de otra manera habría pecadores en la eternidad. Así que Él expulsó a Adán y Eva del Edén en donde se encontraba localizado el árbol de la vida, y puso un querubín para proteger la entrada.

Muchas personas pasan por alto el hecho de que el querubín estaba protegiendo el camino de regreso, no simplemente manteniendo a Adán y Eva fuera. Cuando el problema del pecado sea vencido, las personas volverán a ser inmortales de nuevo (1 Corintios 15:33).

Hay una tradición que dice que un altar fue construido fuera del Edén sobre el cual animales inocentes serían sacrificados para poner a un lado el pecado del hombre mientras tanto. Si eso es así, se explicaría Génesis 4:3-7 en donde Dios dijo que Caín debió haber sabido qué clase de ofrenda Dios quería.

Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda al Señor. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró el Señor con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

 Entonces el Señor dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.