En Romanos 2:14-15 Pablo dijo que los requisito de la Ley de Dios estan escritos en nuestros corazones y nuestras consciencias dan testimonio de ello, algunas veces haciendo que nuestros pensamientos nos acusen, y otras veces que nos defiendan. Eso les sucede tanto a personas creyentes como a incredulas.
Las personas que se preocupan acerca de su salvacion puede que sean salvas o no. Las personas incredulas que estan empezando a cuestionar su destino eterno con frecuencia se preocupan por eso. Y las personas creyentes que han sido ensenadas que pueden perder su salvacion realmente nunca pueden estar en paz por el temor a hacer algo que haga que el Senor la revoque.
La respuesta es orar o estudiar la Palabra. Una oracion sincera pidiendo la salvacion puede arreglar el asunto del destino de una persona incredula (Mateo 7:7-8; Romanos 10:13), y para una persona creyente, estudiar lo que la Biblia dice sobre la salvacion le confirmara que nuestro destino esta asegurado (Juan 10:27-30; 2 Corintios 1:21-22; Efesios 1:13-14).
«Y esta es la voluntad de mi Padre: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en el, tenga vida eterna; y yo lo resucitare en el dia final» (Juan 6:40)