¿Por qué Dios envió a Jonás al Seol?

Q

Martes 5 de diciembre de 2023

P: ¿Por qué Dios envió a Jonás al Seol (infierno)? ¿No es que él fue un hombre piadoso y sólo porque desobedeció a Dios fue enviado al infierno? ¿Qué tendría eso que ver con mi salvación si yo desobedezco a Dios?

A

R: Seol es una palabra hebrea que simplemente significa “morada de los muertos.” La palabra equivalente en griego es “hades”, algunas veces traducida “infierno”. Antes de la cruz nadie podía entrar en el cielo porque los sacrificios de los animales no limpiaban de sus pecados a las personas, simplemente permitían que Dios pusiera a un lado sus pecados hasta que Jesús viniera a morir por ellas.

Por consiguiente, el Seol tenía dos áreas distintas. Una era un lugar de consuelo para que las personas que habían muerto en fe tuvieran un sitio placentero esperando la venida de Jesús. Después de la cruz Jesús se llevó consigo a todas las personas creyentes muertas al cielo, así que esa parte del Seol ahora está vacía. Hoy día los espíritus de las personas creyentes que mueren van directamente a estar con el Señor (2 Corintios 5:6-8).

La otra área era un lugar de tormento a donde las personas incrédulas muertas todavía van para esperar el juicio ante el Gran Trono Blanco al final del Milenio. Todas las personas incrédulas muertas de todas las épocas permanecerán en este lugar hasta que sean llamadas para presentarse ante Dios y recibir su juicio final. Apocalipsis 20:13 dice que en ese momento el Hades entregará sus muertos y cada persona será juzgada según sus obras. La narración del hombre rico y Lázaro nos brinda la mejor descripción de la Biblia de esas dos áreas del Seol/Hades (Lucas 16:19-31).

Yo creo que la Biblia dice que cuando Jonás fue tragado por el gran pez, murió y su espíritu fue al Seol (Jonás 2:2). Desde ese lugar él confesó su pecado y prometió hacer lo que el Señor le había ordenado hacer (Jonás 2:9). Luego el Señor lo devolvió a la vida, su espíritu volvió a unirse a su cuerpo, y el Señor le ordenó al pez vomitar a Jonás en tierra (Jonás 2:10). El Libro de Jonás termina con Jonás vivo en la Tierra.

No existe ninguna conexión entre la historia de Jonás y la salvación de las personas creyentes de la Era de la Iglesia. Nuestra salvación se basa en nuestra fe de que Jesús murió por nuestros pecados y resucitó de nuevo, no por nuestra obediencia a los mandamientos del Señor. Como tal, eso es una garantía desde el momento en que fuimos creyentes (2 Corintios 1:21-22, Efesios 1:13-14).