El enemigo utiliza esas mentiras para que tengamos temor de que no calificaremos en un intento para robarse nuestro gozo y destruir nuestra fe. Pero podemos usar nuestras armas con poder divino, las cuales son la Palabra de Dios, para demoler esos argumentos y toda pretension que se levanta en contra del conocimiento de Dios. Podemos llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo, lo que significa que los pensamientos deben acatar la promesa de Su Palabra.
A decir verdad, nadie es digno de ser tomado en el rapto, y por esa razon es que el Senor hizo que nuestra salvacion dependiera de Su merito y no del nuestro. La unica condicion que El jamas nos ha impuesto es que creamos que Su muerte pago el precio total de todos nuestros pecados. Una vez que creemos eso, nos convertimos en una nueva creacion en Cristo, lo viejo se ha ido, lo nuevo ha llegad (2 Corintios 5:17). Nuestros pecados han sido removidos de nosotros tan lejos como se encuentra el este del oeste (Salmo 103:12). Esa es una promesa a la cual toda mentira o pretension debe de ser hecha obediente a Cristo o ser demolida del todo.
«Antes, ustedes estaban muertos en sus pecados; aun no se habian despojado de su naturaleza pecaminosa. Pero ahora, Dios les ha dado vida juntamente con el, y les ha perdonado todos sus pecados. Ha anulado el acta de los decretos que habia contra nosotros y que nos era adversa; la quito de en medio y la clavo en la cruz (Colosenses 2:13-14).