¿Habrán Empezado Los Juicios De Los Sellos?

Un comentario Bíblico por Jack Kelley.

A juzgar por las preguntas que he recibido recientemente, la gente realmente se está impacientando para que los tiempos del fin empiecen en serio. Durante años grupos marginales han estado afirmando que los juicios de los sellos ya han empezado, y a mí me parece que esta opinión cada vez se está haciendo más popular.

Los juicios de los sellos se están comparando ahora con los “dolores de parto” de Mateo 24:4-8 y otras personas dicen que los verdaderos juicios de los tiempos finales no empezarán sino hasta que la gran multitud de Apocalipsis 7:9 llegue al Cielo. Estas personas dicen que estos santos son la iglesia y afirman que seremos raptados entre los juicios de los sellos y los juicios de las trompetas que empiezan en Apocalipsis 8:6. Existen varias razones por las cuales eso no puede ser correcto, pero quizás la más obvia es que el destino de estos creyentes no es el mismo que el de la Iglesia. Según Apocalipsis 7:5 estos creyentes estarán sirviéndole a Dios día y noche en Su templo, pero no hay ningún Templo en la Nueva Jerusalén en donde estará la Iglesia (Apocalipsis 21:22) y la multitud de Apocalipsis 7 no es llamada ni reyes no sacerdotes.

¿Cuál Es La Gran Prisa?

Algo de esta impaciencia es sin duda provocada por la insatisfacción que la gente siente por la actual condición de nuestro mundo. Por ejemplo, en los EE.UU., una encuesta reciente muestra que únicamente el 32% de la población cree que nuestros líderes nos llevan en la dirección correcta. La gente está empezando a darse cuenta de que la tasa más baja de desempleo de los últimos cinco años no significa que más personas están encontrando trabajo. Las personas saben que la tasa de participación de la fuerza laboral, habiendo estado arriba del 66% durante el período de tiempo de 2003-2008, ha estado cayendo desde el año 2009 siendo ahora de un 63,2%. ¿En dónde está el resto de la fuerza laboral? La mayoría ha aceptado un salario menor y/o un trabajo de medio tiempo o simplemente han dejado de buscar un trabajo. De cualquier forma, estas personas que ya no están buscando trabajo, el gobierno no las considera como desempleadas. La gente también entiende por su propia experiencia que la clase media está, a un ritmo constante, perdiendo terreno económico, y que los dólares que tienen ya no valen lo mismo que antes.

Y solamente en esta semana uno de nuestros más respetables eruditos en la profecía declaró su creencia de que el tiempo de orar para que los EE.UU. salga de problemas, ha terminado. De hecho, él dijo que Dios ya nos dio una justa advertencia y no le hicimos caso. Él identificó la reciente elección presidencial como nuestra respuesta a la advertencia de Dios, y dijo que eso señaló el punto de no retorno para nosotros. Citando pasajes de Jeremías y Ezequiel en donde Dios les dijo a los profetas que dejaran de orar por Israel porque Él había dejado de escuchar, este erudito afirmó su creencia de que nuestro juicio ya ha sido irrevocablemente determinado y las oraciones ya no ayudan más. Basado en estas y otras circunstancias no es de extrañarse que muchas personas que leen acerca de los juicios de los sellos en Apocalipsis 6 vean indicaciones de que ya se están ejecutando.

Lectores de mucho tiempo de mis artículos saben que yo no creo que los Estados Unidos pueda ser sacado de la situación en que se encuentra con oración. Para mí eso es un asunto de que no hay ningún lugar para un Estados Unidos fuerte en la profecía del tiempo final. Ya lo he dicho antes que yo creo que las personas que están orando por la recuperación de los EE.UU., están orando, sin darse cuenta, en contra del plan de Dios para el fin de la era. Dios nunca le dio a la Iglesia un hogar en le Tierra y Él nunca prometió salvar a los EE.UU., al que Él considera como otra nación gentil.

Pero ni mi estimado colega ni yo creemos que ya nos encontramos dentro del tiempo de los juicios de los sellos. Las circunstancias que actualmente estamos experimentando ciertamente son similares a los juicios de los sellos, a pesar de ser mucho más leves, pero ciertas condiciones específicas no se han cumplido para que estos juicios realmente empiecen.

Ahora bien, si usted no cree que la Biblia enseña sobre un Rapto antes de la tribulación, y si usted no cree que Israel y la Iglesia tienen destinos separados, entonces usted puede que no vea algo de esto de la manera como yo lo veo. Pero basado en mi entendimiento de la profecía bíblica, los eventos del libro de Apocalipsis empezarán a desenvolverse de la siguiente manera.

¿Ha Leído El Libro?

En Apocalipsis 1:19 el Señor le dio a Juan instrucciones para escribir la profecía más completa de la Biblia sobre el fin de la era. Él dijo, “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.” Muchos eruditos creen que estas instrucciones efectivamente dividen el libro en tres partes. Las cosas que Juan vio están contenidas en el capítulo 1. Las cosas que eran en el tiempo presente de Juan se describen en los capítulos 2 y 3 y las cosas que han de ser después de estas empiezan en el capítulo 4 y van hasta el final del libro.

Estrictamente hablando las siete iglesias de Apocalipsis 2-3 fueron las únicas destinatarias del libro de Apocalipsis (Apocalipsis 1:11). Cada una de ellas era una congregación real que merecía tanto un elogio como la crítica que Jesús emitió. Si usted alguna vez ha visitado los lugares de estas siete iglesias, como yo lo he hecho, usted se habrá dado cuenta de que todas ellas desaparecieron ya hace mucho tiempo. ¿Por qué Jesús las escogió en lugar de otras iglesias existentes en ese entonces?

Muchos eruditos que han estudiado Apocalipsis 2-3 ven que con sus desafíos particulares y tomadas en el orden que se mencionan, estas siete iglesias no son solamente un puñado de iglesias del siglo primero que desaparecieron hace rato, sino que son representativas de toda la Era de la Iglesia. Ellos dicen que la razón por la que el Señor las escogió era para proveer un vistazo conciso del pasado, presente y futuro de la Iglesia.

Al aceptar este punto de vista hace que Apocalipsis 2-3 se convierta en un instructivo de toda la era de la Iglesia, porque los problemas que Él identificó aún permanecen con nosotros. También es consistente con la estructura del libro, la cual es representar las cosas por medio de señales. En el idioma griego de Apocalipsis 1:1 Juan usó la palabra “semaino”, que significa “dar una señal, o significar”, para describir cómo le fue ordenado que escribiera. Significa que a través del libro ciertas palabras y frases tienen el propósito de significar algo más. El dragón, la bestia, y la mujer que monta sobre la bestia son tres ejemplos obvios.

En el evangelio que Juan escribió, él utilizó la misma palabra en tres ocasiones diferentes para explicar que una frase en particular tenía la intención de referirse a algo más. En Juan 12:33 Jesús usó la frase “fuere levantado” para significar Su crucifixión. Juan 18:32 explica que esa es una de las razones por la que los líderes judíos llevaron a Jesús ante Pilato fue para que fuese crucificado, para cumplir con las palabras que Él había hablado, significando la clase de muerte con que iba a morir. (El método judío de ejecución era la lapidación.) Y en Juan 21:19 Jesús le dijo a Pedro que extendería sus manos y alguien más lo llevaría a un lugar al que él no quería ir. Según Juan esto significaba la crucifixión de Pedro.

Por consiguiente, viendo Apocalipsis 2-3 como que significa a toda la Era de la Iglesia, es una interpretación razonable. Siendo ese el caso, entonces la frase “y las que han de ser después de estas” (literalmente, después de estas cosas) en Apocalipsis 1:9 significa que todo desde Apocalipsis 4 hasta el final del libro sucederá después que la Era de la Iglesia ha terminado.

Después de Estas Cosas

Apocalipsis 4-5 contiene un número de indicaciones de que estos dos capítulos describen eventos que sucederán justo después del Rapto de la Iglesia. Primero, los 24 ancianos de Apocalipsis 4:4 no aparecen en ninguna descripción anterior del trono de Dios, así que son recién llegados. Adicionalmente están sentados en tronos (lo cual significa que son gobernantes) vestidos de blanco (que significa que son justos) con coronas de oro en sus cabezas. La palabra para corona que Juan utilizó es “estefanos”. Esta se refiere a la corona de victoria que es la corona del vencedor.

En Apocalipsis 3:11 Jesús nos advierte de retener lo que tenemos para que nadie tome nuestra corona, y en Apocalipsis 3:21 Él dijo, “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” Coronas y tronos.

Cantándole a Dios en Apocalipsis 5:9-10 ellos declaran, “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”

Este es un cántico que solamente la Iglesia puede cantar.

Yo estoy de acuerdo de que sería estirar las cosas un poquito si basamos nuestra convicción pre-tribulacional solamente en esta evidencia circunstancial, pero al colocar otros versículos que son claros, como Isaías 26:19-20, 1 Tesalonicenses 1:10, y Apocalipsis 3:10 con el anterior, la evidencia se vuelve mucho más concreta, y eso hace que la posición pre-tribulacionista sea la más consistente con una interpretación literal de las Escrituras, que cualquier otro punto de vista sobre el Rapto.

También, en Romanos 11:25-26 Pablo dejó claro que Israel ha experimentado un endurecimiento en parte hasta que el número de los gentiles se complete. Una vez que eso suceda, Israel tendrá una oportunidad final para recibir la salvación del Señor. Esto también lo podemos ver en Hechos 15:13-18, en donde Jacobo explicó que Israel estaba siendo puesto a un lado mientras el Señor tomaba a un pueblo gentil para sí mismo. Después de ello Él volvería Su atención de nuevo hacia Israel, su Templo sería reconstruido, y ellos tendrían la última oportunidad para buscar al Señor.

Esta última oportunidad la conocemos por Daniel 9:24-27 como la Semana Setenta de Daniel, y es la última mitad que conocemos como la Gran Tribulación. Tanto en Romanos 11:25-26 y en Hechos 15:13-18 se indica que la Semana Setenta de Daniel sucederá después de que el Señor haya terminado Su plan de tomar un pueblo para sí mismo de entre los gentiles. Habrá un cierto número de gentiles que serán tomados cuando ese número se haya completado y que será llevado a nuestro destino final en la casa del Señor (Juan 14:2-3). Después de eso, la Semana Setenta de Daniel dará inicio. Yo creo que Apocalipsis 6—18 es una descripción de los eventos que sucederán durante la Semana Setenta de Daniel.

Entonces, la primera cosa que vemos es que el Rapto de la Iglesia precede los juicios de los sellos. Puesto que la Iglesia aún está aquí, los juicios de los sellos no pueden haber empezado todavía.

Pero Esperen, Aún Hay Más

Apocalipsis 6:1 nos dice que un jinete en un caballo blanco aparece antes de los eventos de Apocalipsis 4-5 (el Rapto). Este jinete es considerado por muchos de ser la aparición temprana del anticristo. El mundo no lo va a reconocer como tal, pero va a pensar que él es un gran pacificador. Daniel 8:25 dice que él va a engañar a muchas personas de esa forma, y en 1 Tesalonicenses 5:3 Pablo dice que el mundo va a creer que la paz ha llegado, pero luego vendrá sobre ellos destrucción repentina. Entonces, al inicio de los juicios de los sellos habrá un corto período de paz que todo el mundo va a notar. Ese no es el caso hoy día y tampoco lo ha sido durante un buen número de años. Yo creo que esta paz va a llegar justo después de la batalla de Ezequiel 38-39, una guerra que Dios va a utilizar para atraer a Israel de vuelta a su pacto con Él. Si eso es así, entonces los juicios de los sellos no pueden empezar sino hasta después de Ezequiel 38-39.

De un pronto a otro la paz volverá a quitarse del mundo, como Pablo lo indicó, y la gente morirá en grandes números (Apocalipsis 6:4). La inflación y la escasez de alimentos serán tan agudos que le tomará a una persona el salario de un día para comprar la comida del día (Apocalipsis 6:6). Una cuarta parte de las áreas pobladas del mundo sufrirán los efectos de la guerra, el hambre, y la pestilencia. Aún los animales salvajes formarán parte de la carnicería (Apocalipsis 6:8).

Las personas morirán en grandes cantidades por su fe cristiana. Sus espíritus clamarán a gran voz al Señor por venganza debido a sus muertes y la destrucción será mucho peor antes que todo termine (Apocalipsis 6:9). Finalmente habrá un gran terremoto que hará que la gente del mundo corra a protegerse. El sol se volverá negro y la luna se volverá roja (Apocalipsis 6:12-14). Todos los líderes del mundo, y hasta las personas más sencillas, buscarán un lugar en donde esconderse de los juicios de Dios (Apocalipsis 6:15-17).

Les ruego que observen que esto no quiere decir que la ira venidera empezará al final de los juicios de los sellos. La palabra griega de Apocalipsis 6:7 describe una acción continua y en desarrollo. Eso significa que el mundo de después del Rapto finalmente se dará cuenta que lo que está sucediendo a través de los juicios de los sellos es que el gran día de la ira del Señor ha llegado.

En Conclusión

Entonces, así como muchas de las condiciones que están afectando el mundo hoy día parecen ser similares a las descritas en los juicios de los sellos de Apocalipsis 6, son, de hecho, mucho más leves que lo que tenemos por delante. El impacto completo de este primer ciclo de juicios no será sentido sino hasta que el Señor haya cumplido Su promesa de rescatarnos del tiempo y lugar de su ocurrencia, e Israel haya retornado de su largo distanciamiento de Dios para una vez más ser una nación que guarda el pacto.

Pero anímense, ustedes quienes se impacientan, porque si escuchan con cuidado ya casi se oyen los pasos del Mesías. 04/05/13.

 

 

Título Original: Have The Seal Judgments Begun?

Traducido por Walter Reiche B.

walterre@racsa.co.cr