Un Estudio Bíblico por Jack Kelley
Al concluir los juicios de las copas de la ira de Dios, llegamos al final de la gran tribulación. Pero ahora nos devolvemos un poco para conocer los detalles de la destrucción de Babilonia. ¿Recuerdan ustedes el versículo de Apocalipsis 16:19? “Y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira”. Pues bien, los capítulos 17 y 18 nos dan ese detalle golpe por golpe. Casi desde el inicio del tiempo, la historia del hombre sobre la Tierra ha sido la Historia de Dos Ciudades, Babilonia la ciudad del hombre, y Jerusalén la Ciudad de Dios. Entonces, no es ninguna coincidencia de que en los días finales de la Era del Hombre, veamos la batalla que involucra a estas dos ciudades.
Apocalipsis 17
“Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio:
BABILONIA LA GRANDE,
LA MADRE DE LAS RAMERAS
Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro” (Apocalipsis 17:1-6).
Como lo mencioné en nuestro artículo anterior, existen tres facetas en el sistema mundial babilónico las cuales han esclavizado a la humanidad en todas las épocas, y estas son la religiosa, la comercial y la gubernamental. Trataremos primero con la religiosa, la cual es caracterizada por la mujer.
Una mujer identificada como un misterio, Babilonia, la madre de las rameras, está montada sobre una bestia. El jinete siempre controla al animal, y la tercera mención de siete cabezas y diez cuernos indica que esa es la misma bestia que salió del mar en Apocalipsis 13, la cual recibe el poder de Satanás, el dragón de Apocalipsis 12. Esto nos indica que el anticristo inicialmente obtendrá su poder por medio de su asociación con la religión.
La mujer y la bestia no son las mismas, pero por un tiempo parecerán estar ligadas una con la otra. La mujer siendo el jinete, al principio será el socio dominante. Pero como Apocalipsis 17:16 nos dice, el anticristo y sus socios realmente van a odiar a la mujer, y actuando bajo las órdenes de Dios la destruirán. Hablaremos más sobre ella un poco más adelante.
Habiendo luchado durante la mayor parte del siglo pasado para despojarse de su relación con el único y verdadero Dios, el hombre abrazará a esta religión falsa. Hablando acerca del anticristo y su religión falsa, Jesús dijo, “Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibirán” (Juan 5:43).
A esta mujer se le llama “un misterio, Babilonia” porque ella no es Babilonia, como pronto lo veremos. Pero la religión babilónica es literalmente la madre de todos los cultos y mitologías que se han formado en oposición al Evangelio.
Brevemente, en tiempos de Génesis 10, cuando Nimrod fundó Babilonia, su esposa Semiramis sembró las primeras semillas de la falsa religión al haber afirmado que su hijo Tamuz era el hijo sobrenatural del dios Sol, falsificando la promesa primeramente dada por Dios en el Jardín del Edén de que la simiente de la mujer redimiría a la humanidad.
Según la tradición, cuando Tamuz murió en un accidente de cacería, ella entró en un período de duelo de 40 días. Cerca del final de este tiempo, ella quemó un leño (yule que en el idioma babilónico significa niño), conforme el sol lentamente se ocultaba (moría). Después de la noche más larga del año, el solsticio de invierno, Tamuz volvió a la vida, siendo ésta la primera resurrección falsa del mundo.
En señal de regocijo ella decoró un árbol siempre verde (árbol de navidad), que es un símbolo de vida, y sirvió pastelitos con las iniciales de su hijo para conmemorar el evento. Hoy le llamamos a estos pastelitos “panes calientes en cruz”, puesto que la “T” babilónica se parece a la “X” de nuestro idioma. Y como si fuera para validar esta celebración, el sol comenzaba a retornar a la vida también.
Luego ella conmemoró los 40 días de duelo (que ahora les llamamos Cuaresma), formando un sacerdocio célibe para que guiara a las personas en la adoración de su hijo resucitado. Declaró al sumo sacerdote infalible y ella se proclamó como la Reina del Cielo
Todas las mitologías que surgieron desde ese entonces, han incluido algunos elementos de esta historia. En la versión egipcia a ella se le conoció como Isis; en neo Babilonia como Astoret, o Istar; en Canaán como Astarté; en Grecia como Afrodita, y en Roma como Venus. A ella también se le llama la diosa del amor y de la fertilidad. Su objetivo principal siempre ha sido usurpar el papel de Dios como el único Dador y Sostenedor de Vida. (Algunas tradiciones sostienen que lejos de ser la Virgen del Mar, como una vez ella se llamó a sí misma, Semiramis fue la matrona de un burdel cuando conoció a Nimrod la primera vez. Si eso es así, ella realmente sería la “madre de las rameras”.)
“Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será” (Apocalipsis 17:7-8).
Los moradores de la tierra se asombrarán al ver a la bestia porque ella era, ya no es, y va a venir. La palabra griega traducida asombrarán significa maravillarse o admirarse.
Algunas personas creen que la frase era, y no es; y está para subir significa que el anticristo será una figura del pasado, alguien que ha vivido antes del tiempo de Juan, que estaba muerto cuando Juan escribió el libro de Apocalipsis, pero que va a regresar al final de la Era como el anticristo. Los candidatos más populares son Antíoco Epífanes quien murió en el año 163 a.C., el emperador romano Nerón quien murió en el 68 d.C., y Judas Iscariote quien murió en el 32 d.C. Antíoco Epífanes y Nerón son dos de los modelos históricos más específicos del anticristo, y Jesús le llamó a Judas el hijo de perdición (Juan 17:12) que es el mismo título con el que Pablo se refiere al anticristo (2 Tesalonicenses 2:3).
“Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición” (Apocalipsis 17:9-11).
El punto de vista tradicional de este pasaje es que se refiere a Roma, conocida alrededor del mundo como la ciudad sobre siete colinas. Pero otras personas creen que eso no es cierto debido a que la traducción griega de Apocalipsis 17:9 realmente menciona siete montes. La palabra griega para colina es diferente y solamente aparece dos veces en el Nuevo Testamento, ambas en el Evangelio según Lucas. Usted puede ver la diferencia en Lucas 23:30 en donde tanto la palabra oros para monte y bounos para colina se utilizan en la misma frase. Si Juan estaba usando la palabra monte de manera simbólica, dicen ellas, él estaría hablando de gobiernos y no de elevaciones topográficas. Esto haría que la mujer estuviera sentada sobre siete gobiernos.
Pero como la palabra para monte se utiliza en la ilustración de una ciudad sobre una colina (Mateo 5:14) y al describir el Monte de los Olivos (Mateo 26:30), otras personas dicen que la traducción de Apocalipsis 17:9 como siete colinas es la apropiada. Este es uno de esos puntos de discusión entre las personas que creen que el gobierno mundial del fin de los tiempos será un renacimiento del imperio romano bíblico, y aquellas que creen que será un califato islámico. Los proponentes del califato justamente afirman que Roma nunca ocupó todos los territorios de los imperios de Babilonia, Persia y Grecia, pero un califato anterior (el imperio otomano) sí lo hizo. También señalan que es muy difícil poder justificar que las dos piernas de la estatua en el sueño de Nabucodonosor (Daniel 2:31-43) como si fueran las piernas oriental y occidental del Imperio Romano porque esas piernas tienen su origen en el Imperio Griego (el vientre y los muslos de bronce) que las precedió, y que las dos divisiones de Roma solamente existieron unidas durante un corto tiempo. Por consiguiente, estas personas dicen que la noción de que los pies y los dedos de los pies como una extensión de Roma es igualmente sospechosa.
En la fecha cuando Juan escribió esto, la historia había registrado la caída de cinco reyes, Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia. El rey que gobernaba en tiempos de Juan era el emperador romano. Todos concuerdan con ello. Pero, de acuerdo al punto de vista que usted tenga, el que aún no había llegado en tiempos de Juan bien podía ser el gobernante de una Roma renacida o de un califato islámico.
Apocalipsis 17:11 deja en claro que la bestia (anticristo) es un rey y no un reino. Esto lo sabemos porque la palabra griega para rey está en el género masculino, mientras que reino, en el griego, es un nombre femenino. Juan acaba de decir que las siete cabezas son siete reyes. El octavo rey no está específicamente identificado con ninguno de los siete, pero en sus metas y ambiciones será como todos ellos. Esto puede darnos una pista de que el anticristo no habría tenido antes una posición de liderazgo en un gobierno mundial, y que bien podría salir de la estructura política mundial.
“Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles” (Apocalipsis 17:12-14).
Los diez cuernos representan aquellas personas que van a asumir el liderazgo del gobierno mundial bajo la dirección del anticristo, eventualmente agrupando todos los ejércitos humanos para oponerse al retorno del Señor con Su Iglesia. Las tres palabras para describir a los seguidores del Señor (llamados, elegidos y fieles) siempre y únicamente se refieren a la Iglesia. Esto significa que Él viene con nosotros y no por nosotros.
“Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra” (Apocalipsis 17:15-18).
Esta es la destrucción de la Babilonia religiosa, la cual fue anticipada en Apocalipsis 14:8. A pesar de que el anticristo subió al poder por medio de la influencia de la religión babilónica, ese mismo sistema religioso se convertirá en una barrera para su meta final de ser adorado de manera exclusiva. En 2 Tesalonicenses 2:4 Pablo dijo que él se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto. Y así tanto él como sus cohortes se volverán en contra de la Babilonia religiosa para destruirla. Observen que es Dios Quien los pone en esta situación. Durante “una hora” (la duración de la gran tribulación) la bestia y sus diez reyes tienen el poder sobre la Tierra para poder destruir a la “mujer” que fue la que hizo posible que tuviesen el poder, cumpliendo así el propósito de Dios de destruir la falsa religión que le ha hecho tanto daño a Su creación.
Apocalipsis 18
En algún momento, el centro mundial de operaciones de estos tres sistemas mundiales se consolidará en Babilonia. Zacarías 5:5-11 nos habla sobre una mujer dentro de un canasto (efa), la cual representa la iniquidad del mundo, y que es trasladada de su posición actual a un lugar preparado para ella en la planicie de Sinar, lo cual es una referencia a la localización de Babilonia y que queda en el actual Irak. Unas mujeres con alas de cigüeña, un ave inmunda, levantan el canasto en el aire y lo llevan allá.
La Babilonia de Nabucodonosor había sido conquistada por los persas cerca de cien años antes de la profecía de Zacarías. En 200 años más, los persas serían vencidos por Alejandro Magno, quien tenía la intención de dragar el río Eufrates para hacer de Babilonia un gigantesco puerto fluvial para que pudieran llegar barcos del Golfo Pérsico y de otras regiones del oriente. Sin embargo, Alejandro murió sin haber iniciado su proyecto. Cuando uno de los sucesores de Alejandro construyó su puerto de ensueño en una bahía natural sobre el vecino Río Tigres y lo llamó Bagdad, Babilonia menguó a ser un pueblo de 10.000 habitantes, y sus masivos muros fueron derribados para utilizarlos como bloques de construcción.
Las condiciones presentes en Irak podrían perfectamente estarnos dirigiendo hacia el cumplimiento de la profecía de la Biblia para que Babilonia sea restaurada en una poderosa ciudad en preparación a su última y completa destrucción. Ninguna otra ciudad, excepto Jerusalén, se menciona tanto en la Biblia como Babilonia, y en los seis capítulos dedicados a su destrucción (Isaías 13-14, Jeremías 50-51, y Apocalipsis 17-18), nunca ha sido destruida de la manera como se indica en estos pasajes. De hecho, una de las grandes sorpresas de la Guerra del Golfo fue la visión de Babilonia, la cual había sido reconstruida a un costo de mil millones de dólares, y lucía allí, alta y orgullosa, sobre los bancos del río Eufrates.
Y como es muy tentador tomar estos pasajes de manera figurada, y verlos como que representan, por ejemplo, a Nueva York, o a alguna otra ciudad, y en el tanto como podamos estar de acuerdo en que este tipo de castigo ciertamente lo merecen estas otras ciudades, simplemente no existe ninguna razón bíblica para hacerlo. Las planicies de Sinar es un lugar geográfico específico en Irak, y después de que la religión pagana se mudó de Babilonia a Pérgamo durante el tiempo del Imperio Griego, nunca regresó allá como lo requiere la profecía bíblica. Y recuerden, aquí no estamos hablando solamente de religión. El sistema de Babilonia también incluye los componentes gubernamental y comercial. Esto será confirmado a través de todo Apocalipsis 18. Hoy día no existe ninguna sola ciudad en el mundo que albergue el centro de operaciones de esos tres componentes.
“Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo:
Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
Y oí otra voz del cielo, que decía:
Sal de ella, pueblo mío, para que no seas partícipe de sus pecados, ni recibas parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Denle a ella como ella les ha dado a ustedes, y páguenle el doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, prepárenle a ella el doble. Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto denle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!” (Apocalipsis 18:1-10).
La Babilonia religiosa fue destruida en Apocalipsis 17. Pero ahora la misma Babilonia quedará reducida a ruinas, quemada por el fuego del justo juicio de Dios, y será morada de demonios. Los líderes mundiales que se han enriquecido por medio de su corrupto sistema llorarán y harán lamentación sobre ella totalmente aterrorizados. El sistema de gobierno con el cual todos ellos obtuvieron su injusta riqueza a expensas de sus subordinados ya no existe más.
Y ahora sigue el componente comercial.
“Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres.
Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.
Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas.
Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! Alégrate sobre ella, cielo, y ustedes, santos, apóstoles y profetas; porque Dios les ha hecho justicia en ella” (Apocalipsis 18:11-20).
Podríamos dedicarle bastante tiempo a discutir los detalles de la destrucción de Babilonia, pero un rápido repaso de Isaías 13-14 y Jeremías 50-51 nos será obvio de que nunca antes en la historia esta malvada ciudad y todo lo que representa, ha sido totalmente destruida. Y aun si la propia ciudad ha sido reducida a polvo y lo que quedó echado al mar, los sistemas que fueron establecidos allí ciertamente han subsistido hasta nuestros días.
En lo que me gustaría enfocarme aquí es en la naturaleza insidiosa del sistema mundial del comercio y cómo ha esclavizado a la humanidad al punto que éste ha sobrepasado la opresión religiosa que ya hemos discutido, porque, por su naturaleza, le cierra las puertas a la verdad de Dios. Consideren las siguientes palabras del Señor en Sus Parábolas del Reino.
“El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Mateo 13:22).
De mis estudios he llegado a la conclusión de que con la subida de los sistemas mundiales religioso, político y económico del anticristo, todos estos serán consolidados bajón una sola autoridad, y esta autoridad estará localizada en Babilonia. Todo esto comprenderá al Vaticano, la Meca, las Naciones Unidas, los mercados bursátil y de bienes de consumo y el del intercambio monetario, todos en un solo sistema.
Muchos de nosotros no nos hemos dado cuenta hasta qué grado es que estamos esclavizados. Y no es sino hasta que usted se sale del sistema que empieza a realizar la atadura que tenía. Su audiencia estadounidense se reía a carcajadas cuando Charles “el Tremendo” Jones, uno de mis cómicos favoritos, los acusaba de “gastar el dinero que no tenemos, para comprar las cosas que no necesitamos para impresionar a la gente que nos desagrada”. Esta acusación va más allá de la verdad, pero parece que lo único que podemos hacer con eso es reírnos de nosotros mismos.
El secreto para el éxito fue una vez identificado como la habilidad de encontrar una necesidad y llenarla. Y ahora, la industria de la publicidad promete, “Tráiganos un producto, y nosotros produciremos la necesidad para el mismo.” Los costos promocionales pueden añadirle entre un 30 a un 50% al precio del artículo que compramos, y aun así, de manera voluntaria pagamos el precio, porque hemos sido convencidos de que necesitamos lo que los anunciantes están vendiendo. Luego le agregamos el costo del financiamiento a nuestras compras porque en realidad no tenemos los ingresos reales para tener el estilo de vida al que hemos sido manipulados a tener. Entonces, prestamos del futuro para pagar en el presente.
Cada año, el costo del día-gobierno se calcula para mostrar cuánto del ingreso individual promedio se destina a mantener los distintos niveles del gobierno estadounidense. En 2012 ese día fue el 15 de julio para los ciudadanos estadounidenses. Eso significa que cada dólar que se ha ganado desde el 1 de enero hasta el 15 de julio ha servido para pagar los distintos impuestos que se nos han sido cargados por el gobierno. Para la mayoría de las personas, los costos ocultos de la promoción y del crédito más que consumirán el resto.
Así que no debe de sorprendernos que durante años los estadounidenses por lo general gastan un 125% de sus ingresos anuales, acumulando así miles de miles de millones de dólares en deudas producto del consumo, solamente para aparentar ser más exitosos de lo que en la realidad admiten ser, porque la industria publicitaria hace parecer que eso es lo correcto de hacer. Y así creemos que somos libres.
Se pueden citar estadísticas similares para el resto del así llamado mundo desarrollado, a pesar de que con frecuencia estas son generalmente oscurecidas por las promesas ridículas de los gobiernos de hacerse cargo de ellas. (¿Es que no se dan cuenta de que los gobiernos no producen riqueza sino que la consumen?) Para el resto de la gente, los ingresos contados al centavo, mantienen a las personas en un estado de pobreza que realmente se puede sentir, mientras que los que les pagan esos centavos, generalmente disfrutan de un estilo de vida de un lujo obsceno.
Así que ya sea que piense que es rico o que sepa que es pobre, el ser humano promedio está económicamente esclavizado de por vida. Y tanto como Dios odia la falsa religión, de la misma manera odia el sistema económico que esclaviza a Su pueblo. Y entonces, cuando sea el momento de enviar Su venganza sobre los responsables, no habrá nada que la detenga. Los gritos de utilizar la fuerza excesiva y de la inapropiada falta de moderación, caerán en oídos sordos esta vez. La Babilonia comercial y su sistema mundial de esclavitud que han oprimido a la humanidad, ya no lo harán más, y todos aquellos que se han enriquecido con este sistema, lamentarán su pérdida.
Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo:
Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra” (Apocalipsis 18:21-24).
Todos los males presentes en la Tierra tienen su origen en Babilonia, y finalmente la destrucción total y permanente de los sistemas religioso, gubernamental y económico de la humanidad habrá llegado. La próxima vez veremos lo que Dios ha ordenado para remplazar estos sistemas cuando el quinto reino de Daniel 2 llegue. Y ese reino nunca será destruido ni dejado a alguien más, sino que permanecerá para siempre (Daniel 2:44). Nos vemos entonces.
Título Original: Revelation 17-18
Traducido por Walter Reiche B.
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