Martes. 18 de julio de 2017
P: Primero que todo quiero decir que disfruto mucho de su sitio web que de cualquier otro… ¡Vibra y usted también vibra! Mi pregunta es: ¿Por qué es que algunos días siento que estoy cargado con la presencia del Señor y estoy feliz pero luego de un momento a otro siento un vacío, como el de mi billetera?
R: Todos tenemos días como una montaña rusa porque somos influenciados por la forma como percibimos las cosas que nos rodean, las cuales no siempre son buenas. Pablo nos dio el remedio para eso en Filipenses 4:4-7. La iglesia en Filipos estaba sufriendo un intenso período de persecución, y Pablo les dijo,
“Regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo, ¡regocíjense! Que la gentileza de ustedes sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”
Es especialmente importante que en nuestros días deprimidos busquemos las incontables bendiciones que Dios derrama sobre nosotros cada día y tomemos el tiempo para agradecérselo. Mientras más buscamos, vamos a encontrar más bendiciones. Tan pronto nos damos cuenta que aún las cosas que consideramos como suerte o coincidencia, realmente son regalos de Dios. Recuerde, Pablo dijo que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman y han sido llamados de acuerdo a Su propósito (Romanos 8:28). Si usted es salvo, ha sido llamado de acuerdo a Su propósito (Efesios 3:10-11)
“Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación” (Santiago 1:17).