Lunes 4 de noviembre de 2024
P: Una amiga mía nunca ha sido muy abierta conmigo para hablarle de Cristo y esta noche eso cambió. Ella derramó su corazón y empezó a hacer preguntas. Ella quiere saber por qué Cristo tenía que morir y derramar Su sangre. Ella dijo que si Dios conocía nuestros corazones y le pedimos que nos perdone, ¿por qué eso no fue suficiente para Él? Ella parece estar realmente trabada sobre lo de la sangre. ¿Me podría ayudar a responderle?
R: El pecado es una violación de la ley de Dios y su castigo es la muerte. Eso fue establecido en el huerto del Edén cuando Dios le dijo a Adán que si comía del fruto prohibido moriría (Génesis 2:16-17). Adán y Eva desobedecieron a Dios. El resultado de eso fue que ellos fueron cambiados de inmortales a mortales y posteriormente murieron.
Debido a que todos pecamos, todos debemos morir. Esta es la Ley de Dios. La única manera de evitar este castigo es si alguien que nunca ha pecado estuviera de acuerdo en morir en lugar suyo. Eso fue lo que Jesús hizo. Él fue el único hombre sin pecado que jamás vivió y que estuvo de acuerdo en morir por nuestros pecados. Y ahora, toda aquella persona que cree en Él puede tener la vida eterna (Juan 3:16).
Creyendo que Jesús murió por nosotros es lo único que Dios requiere de nosotros (Juan 6:28-29). Las personas que no creen que Jesús murió por ellas no pueden ser perdonadas por sus pecados aún si lo piden. Por consiguiente, buscar el perdón de Dios no es suficiente. También tenemos que creer que el castigo por nuestros pecados fue pagado en su totalidad por la muerte de Su Hijo.