¡En el mes de septiemrbe celebramos 10 años como misioneros en México! Ahora estamos más ocupados que nunca. Jack ha escrito más de 9000 artículos y preguntas y respuestas para este sitio web. Ha contestado un sinnúmero de otras preguntas en privado. Nuestro trabajo misionero local y la educación en el hogar de nuestro hijo, ocupa el resto de nuestro tiempo. Es una vida plena y satisfactoria y estamos tan agradecidos. Estamos asombrados y humillados por lo que el señor ha ehcho aquí.
Es el mes de octubre y el cumpleaños de Jack está a la vuelta de la esquina y él acaba de finalizar una serie de enseñanzas sobre la curación sobrenatural. Casi de un día para otro Jack se enferma. Al principio él piensa que está deshidratado, pero al día siguiente estamos en camino para el hospital de San Diego en California.
Llos doctores quedan confundidos. Las pruebas muestran que Jack padece de un cáncer que ya está en etapa avanzada y asumen que él ha estado en esa condición de deterioro durante años. Pero no. Así como el Señor mantuvo a Pablo fortalecido durante muchos años a pesar del severo castigo físico que soportó, Él también mantuvo a raya ese cáncer hasta que Jack pudiera completar su trabajo para el Señor.
Jack y yo esperamos una recuperación milagrosa. Eso tenía sentido. Eso empezó con su serie sobre la curación sobrenatural, y luego Jack se enferma gravemente. Solamente tiene sentido que por medio de la fe, el Señor lo curaría de manera sobrenatural. Qué experiencia más maravillosa y edificadora de la fe para nuestros lectores. Los eventos se desarrollan rápidamente. Ningún otro resultado viene a la mente.
Yo empiezo un ayuno y le pido a nuestros lectores que oren. Decenas de miles responden.
Llega el equipo del hospital de cuidados paliativos y empieza a hablar del poco tiempo que queda. Una realidad diferente empieza a surgir. Jack les dice a los trabajadores de cuidados paliativos lo que le dijo al Señor—que a él le gustaría quedarse un poco más e irse en el rapto con su familia. Y si eso no era posible, a él le gustaría pasar sus últimos días con su familia.
Jack me recuerda que nuestro ministerio ha prosperado todos estos años debido a nuestra fe y oración. Sin importar el resultado, eso siempre será así. Él me dice que el Señor ha usado nuestros dones para Su gloria. El don de enseñanza de Jack siempre ha sido obvio. Yo nunca he estado segura del mío. Él me dice que yo tengo el don de fe y de dar. Yo oro para que eso sea cierto. Tamnién oro para tener suficiente fe para sobrepasar todo esto.
Siete días después que llegamos a los Estados Unidos, Jack se va a casa con el Señor para siempre.
Simplemente no hay palabras para poder describir cómo se siente uno al perder al ser amado, al socio y mejor amigo. Permanezco fuerte en el Señor y me sostengo con firmeza en la promesa de que Jack y yo volveremos a abrazarnos una vez más. A pesar de ello, todavía queda el vacío, ese sentimiento de una profunda pérdida, la cual fluye y fluye a través de mism días.
Nuestro hijo ha estado activo en cada aspecto de nuestro ministerio desde que era pequeño. Él conoce bien la preocupación del Señor hacia las viudas y los huérfanos. Cuando regresamos a casa en México, solamente nosotros dos, él me sostiene la mano, llora y pregunta: “Mamá, ¿cómo se siente ahora que eres viuda y yo son el huérfano?” Yo tropiezo ciegamente para darle una respuesta. Por un lado yo siento todo. Pero luego, no siento nada. Recuerdo las muchas veces que el rey David clamó al Señor en los Salmos. Puedo sentir su angustia y desesperación.
Pero también siento la mano que guía de un Padre amoroso. La gente que servimos aquí en México durante los últimos 10 años, se reúnen a nuestro alrededor. Traen alimentos y comparten abrazos. Se sientan y escuchan. Sentimos el amor de Dios en ellos. Muchos más alrededor del mundo, a quienes hemos servido durante 16 años y nunca hemos conocido, responden de manera similar. Su mensaje es claro—usted continúa haciendo la obra del Señor y nosotros continuaremos apoyándola.
Terminamos el año en quiebra, pero seguros en la palma de Su mano. Recibimos múltiples confirmaciones de nuestros Señor de que continuaremos nuestro trabajo de alcance comunitario y mantener este sitio web. Cada día llagan más visitantes al sitio web y aun aquellos que han estado con nosotros desde el principio, están encontrando nuevas perspectivas por medio de los duraderos artículos de Jack.