Domingo, 12 de junio de 2016
Un estudio bíblico por Jack Kelley
Si ustedes han tenido problemas para entender el libro de Apocalipsis, este resumen y paráfrasis de seguro le ayudarán a hacerlo. Escrito como si Juan lo hubiese narrado hoy, el Relato de Apocalipsis hace que el libro más complejo y controversial de profecía en la Biblia sea mucho más fácil de entender. Fiel a la interpretación literal con suficiente trasfondo para hacerlo lo verdaderamente informativo, y aún agradable para leer.
Capítulo 1
Yo estaba en el exilio en la isla griega de Patmos cuando Él se me acercó para que me hiciera cargo del proyecto. Hoy Patmos es una parada turística en la ruta marítima de Turquía Occidental a Atenas. Diariamente es visitada por cruceros y barcos transbordadores atiborrados de turistas para visitar un inmenso monasterio y unas 300 pequeñas capillas, todas nombradas con mi nombre. Pero en mi tiempo, Patmos era una colonia penal romana, de unos tres kilómetros cuadrados, llena de rocas y de desesperación, desolada y solitaria. Yo estaba allí porque no podía (ni debía) dejar de predicar el Evangelio. Las autoridades habían intentado toda clase de formas para callarme pero ninguna les funcionó así que finalmente me embarcaron para Patmos para que no pudiese hablarle más a ninguna persona; o por lo menos así lo creyeron.
Yo escuché Su voz antes de verlo, y cuando me volví caí con mi rostro en tierra a Sus pies sabiendo que era el Señor. Imagínese el susto que me llevé. Anteriormente Él había sido como uno de los muchachos, pero ahora Él es el Rey del Universo. Por cierto, Él se presentó a Sí mismo (como si lo necesitara hacer). Yo sabía que esta no era una visita casual sino una visita oficial. Algo grande se estaba preparando.
A pesar de que ya habían pasado 50 años desde que lo había visto la última vez, Él no perdió el tiempo con conversaciones inútiles, sino que de inmediato me dio instrucciones para escribir una carta en tres partes, en realidad un libro, para que fuese enviado a siete iglesias cuyos nombres Él me había dado. Estas tres partes eran:
Las cosas que fueron (Su tiempo en la tierra antes que la iglesia naciera).
Las cosas que son (la era de la iglesia como la representan las siete congregaciones que Él mencionó), y
Las cosas que han de ser después de la era de la iglesia (la gran tribulación, Su Segunda venida, y Su reinado de 1000 años en la tierra).
Capítulos 2 & 3
Luego Él se lanza directamente en un monólogo sobre estas siete iglesias. Muy pronto era obvio que Él las había escogido cuidadosamente debido a su naturaleza, y en la forma como las colocó, ellas son una crónica de lo que ahora se ha convertido en la historia de la iglesia. Empezaría pequeña y fiel, pero pronto se convertiría en una organización formal en peligro de olvidar su propósito original, adorarlo a Él (Éfeso). Su crecimiento haría temer a los gobiernos del mundo, quienes tratarían de eliminarla, sin éxito (Esmirna). Al fracasar en ese intento, los gobiernos la aceptarían y la transformarían desde su interior para hacerla un gobierno poderoso en sí misma, más a tono con los caminos del mundo que con los de Él (Pérgamo). Cerca del tiempo del fin, la iglesia se dividirá en cuatro componentes; católico (Tiatira), protestante (Sardis), evangélico (Filadelfia), y liberal/nueva era (Laodicea). Estas cuatro existirán codo a codo hasta el momento del Rapto, cuando Él removerá a quienes le han sido fiel y los apartará del resto, llevando así la era de la iglesia a su fin para dejar que el resto de las personas pasen por los juicios del final de los tiempos.
Capítulo 4
Y luego algo sucedió que literalmente me voló. Miré hacia arriba y vi esta puerta en el cielo que estaba abierta y volví a escuchar Su voz ordenándome “¡Sube acá!” De inmediato fui transportado a través del tiempo y del espacio, aterrizando en un instante ante el Trono de Dios, al final de la era. No hay manera para describir cómo me sentía, un instante antes estaba frente a mi cueva en la isla y en el siguiente instante estaba en el cielo en el Siglo XXI, pero aparentemente, yo estaba participando en el Rapto de la Iglesia, tal y como Él lo había prometido a la iglesia de Filadelfia. Había millones de nosotros allí, cantando alabanzas a Dios junto a todo el ejército celestial. Recibimos las coronas que habíamos ganado mientras estuvimos en la tierra para devolvérselas a Él de inmediato, porque fue Él quien nos fortaleció para poder hacer las cosas por las que estábamos siendo recompensados.
Capítulo 5
Miré al Trono del Altísimo y le vi sentado sosteniendo un documento que era ni más ni menos que el título de propiedad del planeta tierra. Estaba sellado con siete sellos. Yo lloré convulsivamente porque sentí el dolor de Dios al ver Su creación en terrible atadura y al realizar que ningún esfuerzo humano, ni aun el de todo el ejército celestial, podía liberarla. Pero luego volví a ver a mi Señor Jesús, aun mostrando en Su cuerpo las terribles cicatrices de Su crucifixión y supe que solamente Él podía liberar la tierra y restaurar Su creación. Por Su muerte de sacrificio Él había pagado el rescate, junto con los pecados de usted y los míos.
Cuando tomó el título de propiedad de Su Padre, todos reconocimos que había llegado el momento para que diera inicio la serie de juicios que liberarían al mundo del pecado, restaurarían la creación a Su Creador, y nos llevarían a Su reino milenial de paz sobre la tierra. Todos nos alegramos y gritamos y cantamos hasta que los mismos cielos se estremecieron.
Pero el que se había robado la creación no estaba por soltarla sin presentar una pelea, e, increíblemente, había enlistado el apoyo de algunas fuerzas poderosas, tanto naturales como sobrenaturales. La guerra más grande y sucia en la historia se estaba preparando y a mí se me había dado el trabajo, aparentemente imposible, de escribir la narración como testigo ocular.
No se si usted puede comprender lo grande de esta tarea. No soy ningún tonto, pero yo me encontraba en el Siglo I, con un vocabulario del Siglo I, y yo estaba supuesto a describir sobre cosas que nunca se habían escuchado, ni aun a principios del Siglo XX. Lo que es más, todos los millones de personas que leerían esto entre el momento en que lo escribí y el momento en que los eventos sucedan, debían entenderlo. Afortunadamente, yo tuve alguna ayuda sobrenatural. Primero, el Espíritu Santo me guió a escribir algo de esta narración, como si fuera una visión rica en simbolismos. Y, segundo, de los 404 versículos de mi libro, 278 de ellos son citas directas del Antiguo Testamento para ayudar a mis lectores a mantener las cosas dentro del contexto correcto y poder así explicar el simbolismo. (Claro, esto presume que usted conoce su Antiguo Testamento.)
Capítulo 6
Como ya lo mencioné, el título de propiedad de la tierra estaba sellado con siete sellos y conforme el Señor los abría, el Espíritu Santo me dio las visiones de los juicios que estaban siendo desatados sobre la tierra. Los primeros cuatro sellos fueron simbolizados por caballos y jinetes. En el primero apareció un caballo blanco montado por alguien que llegaba como un conquistador dispuesto a vencer. Este jinete trataba de verse como Cristo pero una mirada más cercana revela que es un impostor, es el anticristo. Lleva la corona equivocada. Es la corona del vencedor pero no la de un rey. Puesto que lleva un arco sin flechas, no estaba listo para la guerra, pero eso pronto va a cambiar.
El segundo caballo era de color rojo intenso y simbolizaba la guerra. Le seguía, como por lo general sucede después que comienza la guerra, un caballo negro que simboliza el hambre. Algunas personas tendrían que trabajar todo el día para poder comprar un pedazo de pan, pero los ricos no se verían afectados todavía.
El cuarto caballo era de un color verdoso enfermizo y simbolizaba la muerte que le sigue a la guerra y al hambre. De hecho, más de la cuarta parte de la población mundial (eso es más de mil quinientos millones de personas) morirán durante esta serie de juicios.
Cuando abrió el quinto sello, vi a todas las personas que habían sido martirizadas por su fe. Todos clamaban a Dios, con fuerte voz, por venganza, pero Él les dijo que fueran pacientes un poco más porque muchos más morirían para unírseles a ellos.
Al ver a toda la gente que ha sido masacrada y los que lo serán después, simplemente por creer en su Creador, debe de haber airado a Dios porque cuando el sexto sello es abierto, Él desata un terremoto colosal en la tierra. El humo y el polvo se levantan en la atmósfera hasta que el sol y la luna se oscurecen. Los montes y las islas fueron conmocionados por la fuerza del terremoto, y toda la humanidad huyó en busca de refugio, escondiéndose en las cuevas y entre las rocas, sabiendo que el momento de la ira de Dios había empezado.
Capítulo 7
Debido a que aun en la ira de Dios se encuentra Su misericordia, Él hace una pausa para comisionar a 144.000 judíos, 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel, para que vayan a todas las personas de la tierra y que una vez más prediquen el Evangelio a toda nación y a toda lengua. Y solamente entonces, todas aquellas personas que no eran creyentes sino hasta después del Rapto, pero habían muerto en fe durante esta serie de juicios, llegan al cielo, todas vestidas de ropas blancas y con palmas en sus manos. Todas están delante del Trono de Dios alabándolo y diciendo “¡La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero!” De inmediato, todo el ejército celestial se les unió para adorar a Dios. A estos santos de la tribulación les fue asignado el honor especial de servir a Dios en Su templo, y nunca más sentir hambre ni sed ni sentir ninguna incomodidad, porque el Cordero de Dios se ha convertido en su Pastor.
La primera serie de juicios causaron una notable devastación en la tierra, pero también llevaron a que muchos millones de nuevos creyentes entraran en una unión eterna con su Creador. Antes que este período de siete años termine más personas llegarán a la fe que en todas las épocas anteriores de la historia humana. Pero ese también será un tiempo en que quedará expuesta la depravación de las personas no regeneradas. La postura intermedia desaparecerá completamente cuando los moradores de la tierra se enfrentan a los tiempos más peligrosos jamás vistos.
Capítulo 8
Cuando el Señor abrió el séptimo y último sello del título de propiedad de la tierra, hubo silencio en el cielo como por media hora. Los primeros seis sellos habían causado tantos estragos en la tierra que yo puedo apostar a que todos en el cielo estaban literalmente sosteniendo la respiración esperando qué es lo que traería el séptimo sello. Yo se que yo lo estaba haciendo.
Luego vi a siete ángeles en pie delante de Dios. A cada uno se le dio una trompeta larga, del tipo que usa un heraldo para anunciar la llegada de un dignatario importante o de un evento. Y otro ángel apareció con un incensario de oro lleno con incienso que representa las oraciones de los santos y que las había colocado en el incensario en el altar de oro ante el Trono. Conforme el humo del incienso se elevaba delante de Dios, el ángel usó el incensario para recoger fuego del altar y arrojarlo a la tierra. De inmediato hubo truenos, rayos y otro terremoto. Más juicios se avecinan, peores que los que acaban de pasar.
Cuando el primer ángel tocó su trompeta, una tormenta de granizo y fuego, mezclados con sangre cayó sobre la tierra, quemando la tercera parte de los árboles y de la vegetación. Cuando el segundo ángel tocó su trompeta, un meteoro gigante, del tamaño de una montaña, cayó sobre la tierra, estrellándose en el océano. La potencia del impacto convirtió el agua del océano en una sustancia rojiza como sangre, matando un tercio de toda criatura marina. Más de 16.000 embarcaciones fueron destruidas y medio millón de marineros murieron a causa de las tormentas y de los tsunamis provocados por el impacto del meteoro. Al sonido de la tercera trompeta, otra ardiente estrella, llamada Ajenjo, cayó del cielo, contaminando una tercera parte del agua potable de la tierra, causando más muertes. Cuando sonó la cuarta trompeta, la devastación causada por la tormenta de granizo y fuego y el impacto de los dos meteoros, hicieron que se levantara una nube de humo y polvo en la atmósfera, reduciendo la luz del sol, la luna y las estrellas en una tercera parte, produciendo períodos de oscuridad total, tanto en el día como en la noche.
Y como si las cosas en la tierra no estuvieran lo suficientemente malas, escuché la voz de un ángel advirtiéndoles a las personas que se prepararan para peores desastres, cuando sonaran las restantes tres trompetas. Algo mucho más terrible estaba claramente aguardando.
Capítulo 9
Cuando el quinto ángel toca su trompeta se me dio un vistazo de nuestro gran enemigo. En el pasado, cuando yo era uno de los primeros discípulos del Señor, Él mencionó haber visto a Satanás caer del cielo como un rayo (Lucas 10:18), y ahora a Satanás se le da las llaves del abismo, o el mundo subterráneo. Cuando lo abre, salió como humo de un gran horno, y del humo salieron enjambres de insectos repugnantes los cuales, al principio, me parecieron como langostas. Pero cuando los pude observar más de cerca, decidí que tenían que ser algún tipo de manifestación demoníaca. Las langostas naturales son vegetarianas, pero a estas cosas les fue prohibido dañar la vegetación, y tampoco podían dañar al pueblo de Dios que aun permanecía sobre la tierra. Sin embargo, podían picar a las personas que no estaban protegidas sobrenaturalmente, y cuando lo hacían, el dolor que producía la picadura era increíble. La picadura de estas cosas como langostas, no era fatal sino que le producía a la víctima un dolor insoportable durante cinco meses. Créame, todos esas personas deseaban morir.
Por eso es que mi experiencia en el Siglo I era difícil de igualar. Estas langostas no se parecían a algo que yo había visto antes, y durante todos los siglos después que yo escribí esto, nada como esos seres se han visto en la tierra. Quizás son alguna clase de un sistema de armamento que se originó con la tecnología del Siglo XXI, y talvez pueda ser algún invento del diablo. Pero una cosa sí es cierta, todas esas cosas salen directamente del fondo del infierno. El que abre el abismo las controlaba. Se llamaba a sí mismo “El Destructor”. Este nombre es algo lógicamente increíble.
Cuando sonó la sexta trompeta, una barrera invisible bajó sobre la tierra. El Río Eufrates siempre ha sido la frontera tradicional entre el este y el oeste. Este río nace en las montañas de Turquía y fluye hacia el sur atravesando Siria e Irak, desembocando en el Golfo Pérsico. La cultura, el lenguaje, las costumbres y la religión, cambian dramáticamente de un lado al otro, y durante siglos su ancho y profundidad impidieron que los ejércitos, tanto del este como del oeste, lo pudieran cruzar. Pero ahora, esta barrera, representada por cuatro ángeles que están atados, se estaba eliminando y un inmenso ejército de 200 millones de soldados, estaba en marcha. Antes de que este ejército termine su operación, un tercio de la población remanente de la tierra morirá. Estas muertes, cuando se agregan a las muertes de los juicios anteriores, resulta en la muerte de la mitad de la población mundial (ahora más de tres mil millones de personas). Una vez más, mi experiencia era inadecuada para la tarea de poder describir la apariencia y el armamento de este inmenso ejército, pero era lo suficiente como para poder decir que era un cuadro terrible y abrumador de observar.
Usted pensaría que estas langostas demoníacas que atacan solamente a los incrédulos y que matan a más de tres mil millones de personas por medio de guerras y enfermedades, harían que las personas corrieran a buscar al Señor para tener consuelo y seguridad. Pero eso no fue lo que sucedió, y ahora le digo el porqué.
Existe una creencia que nos rodea que es tan antigua como la misma raza humana, pero que en los últimos días se convertirá en una religión que va a engañar a casi todo el mundo. Se llama la Doctrina Luciferina y el entenderla nos ayuda a explicar porqué el mundo no se vuelve a su Creador durante estos juicios, los cuales producen el peor tiempo en la historia humana. La doctrina luciferina toma su nombre de Lucifer, un nombre en latín que significa “el portador de la luz”, y que sostiene que Lucifer es el bueno que está tratando de iluminar a la gente de la tierra para prepararla a la evolución espiritual necesaria para traer la paz a la humanidad. Según esta doctrina, nuestra evolución física se ha completado y todo lo que necesitamos hacer ahora es quitarnos de encima las ataduras del pensamiento judeo-cristiano para poder completar nuestra evolución espiritual y así entrar en la era utópica. Pero Lucifer está siendo impedido de hacer este trabajo porque el malo de Adonai (palabra hebrea para Señor) junto con Sus seguidores, está torciendo el gran plan de Lucifer al requerir que todas las personas se adhieran a Su religión reaccionaria, previniendo así, de forma efectiva nuestra evolución espiritual. Para que la humanidad pueda lograr la utopía, todas aquellas personas que insisten en mantenerse en su obsoleta fe judeo-cristiana, deben de ser eliminadas. La gran tribulación se caracteriza por la doctrina luciferina cuando el malo de Adonai hace el último esfuerzo para destruir al “portador de la luz” de la humanidad y prevenir nuestra ascensión a utopía, al mantenernos atados a Él.
Después de la desaparición de la iglesia, la Verdad será muy escasa en la tierra y el mundo entero habrá sido engañado al creer en la doctrina luciferina, tal y como mi amigo Pablo advirtió que sucedería (2 Tesalonicenses 2:9-12). Y por supuesto, al creer que el Señor es el malo, estas personas se vuelven más y más ardientes en su adoración a Lucifer, esperando que sea este individuo quien prevalecerá y terminará con su sufrimiento. (“Hay camino que al hombre parece derecho; pero su fin es camino de muerte” Proverbios 14:12). Por supuesto, Lucifer es también ampliamente conocido como Satanás y el diablo.
Capítulo 10
Igual a como lo hizo luego que abrió el sexto sello, el Señor hace otra pausa ahora después de que suena la sexta trompeta, para darnos una idea de lo que está por suceder. Un ángel grande y poderoso apareció como si fuera una visión y puso su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra. Esto simbolizaba el hecho de que lo que se avecina va a afectar el destino de todo ser viviente sobre la Tierra, tanto en la tierra como en el mar, así como a todas las personas. Cuando levantó su voz a los cielos, escuché el sonido de siete truenos, cada uno siendo una descripción de los juicios venideros. Pero antes de que pudiera escribir lo que acababa de escuchar, el Señor me ordenó no hacerlo. La información contenida en el sonido de los siete truenos sería mantenida en secreto hasta el momento asignado.
Entonces el gran ángel levantó su voz y gritó, “¡El tiempo no será más!” Cuando el séptimo ángel comienza a tocar su trompeta, todas las profecías de los últimos tiempos se cumplirán. Luego el Señor me indica que tome el librito que sostenía este gran ángel y cuando lo hice, me ordenó comerlo. Al principio su sabor era dulce al paladar, como la miel, pero después que lo tragué, mi estómago se amargó. Esto es para significar que el cumplimiento de la profecía, cuando el Señor arregle todo lo malo que se ha hecho en todas las épocas, tanto a Él como a Su pueblo, y retome todo lo que le fue robado, y derrote totalmente a Sus enemigos, es el motivo de mucha emoción y gozo a Su pueblo. Pero el horror y la matanza de la guerra que es necesario llevar a cabo para lograrlo, es suficiente como para enfermarlo a uno.
Además de los problemas causados por mi limitado lenguaje y experiencia, pronto me di cuenta que aun tenía otro desafío mayor por delante al escribir este relato. A pesar de que los eventos en la tierra y los eventos en el cielo estaban sucediendo algunas veces al mismo tiempo, yo solamente podía escribirlos uno a la vez. Es como si un comentarista de fútbol tratara de describir las acciones de todos los 22 jugadores durante una jugada que dura solamente 30 segundos. Tomaría más tiempo el hacerlo que lo que dura la misma jugada, así que tenía que “detener el juego” de tiempo en tiempo para explicar ciertas partes del mismo. Con la visión del gran ángel, hemos entrado en un tiempo en el cual muchas cosas van a suceder al mismo tiempo, algunas de ellas en la tierra y otras en el cielo. Y como el comentarista de fútbol, tendré que “detener el juego” un par de veces para poder describir lo que vi.
Capítulo 11
Conforme el final de la era se acerca más y más, el Señor se ha dado a conocer de nuevo al pueblo de Israel tal y como Ezequiel lo predijo 2500 años antes, y como respuesta a eso, los judíos habían construido un templo para adorarlo como lo hacían en los días del Antiguo Testamento. Se me dijo que fuera a medir el área del templo, pero que no midiera el patio exterior porque había sido profanado por un elemento no judío cuyo verdadero interés era el darle tributo a un falso mesías. Estos gentiles estaban forzando su entrada en la Ciudad Santa del Señor y la profanarían durante 42 meses con su adoración falsa. La doctrina luciferina sobre la que les conté anteriormente, se estaba convirtiendo en la religión dominante del mundo, y la gran tribulación con una duración de tres años y medio, pronto estaría sobre ellos.
Para advertirles sobre esta falsa religión, el Señor les envió a dos testigos para que enseñaran el verdadero Evangelio en Israel. Para ayudar a su pueblo a identificar a estos dos y darle credibilidad a sus advertencias, les otorgó poderes sobrenaturales los cuales ellos ya habían mostrado durante su vida en el Antiguo Testamento. Como Elías, uno tenía el poder de detener la lluvia sobre la tierra y como Moisés, el otro tenía el poder de convertir el agua en sangre y de golpear la tierra con toda clase de plagas. Por supuesto que los líderes de la “nueva” religión intentaron silenciarlos, pero el Señor los protegió durante todo su ministerio de 1.260 días. Cuando terminaron su tarea, el Señor permitió que los mataran y la gente, para mostrar su complacencia, mantuvo sus cadáveres en el lugar en que habían caído en las calles de Jerusalén, y todos se enviaban regalos los unos a los otros para celebrar que finalmente se habían desecho de ese tormento. Pero después de tres días y medio estos dos testigos escucharon la misma orden fuerte que yo había escuchado antes. El Señor con voz fuerte les ordena, “¡Suban acá!”, y a vista de todas las personas del mundo, estos dos cuerpos muertos se pusieron de pie y fueron trasladados al cielo, llenos de vida. En ese momento hubo otro terremoto y parte de Jerusalén fue destruida y miles de personas murieron. Los sobrevivientes quedaron tan aterrados que correctamente identificaron a Dios como la fuente de este terremoto. Él siempre tiene la última palabra, ¿verdad?
Justo entonces sonó la séptima trompeta y se escucharon fuertes voces en el cielo que anunciaban, “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. Y cuando los 24 ancianos de la iglesia cuyos tronos rodeaban el Trono de Dios, lo adoraban cantándole alabanzas, no pude sino pensar sobre el librito que me había comido. Escuchando que el momento finalmente había llegado para que comenzara el reinado del Señor en la tierra, causó que mi corazón se hinchara de gozo, pero sabiendo que la ira total de Dios estaba por ser derramada sobre Sus enemigos, también me llené con un sentido de pavor.
Entonces el verdadero Templo de Dios, el que está en el cielo, fue abierto y pude ver el Arca del Pacto, símbolo de Sus mandamientos y promesas a Su pueblo. Las ráfagas de rayos, el sonido de los truenos, un terremoto y una tormenta de granizo que siguieron, fueron una advertencia sobre la serie más terrible de juicios que estaban por caer sobre la tierra.
Capítulo 12
Ahora llega uno de esos momentos de los que hablé cuando debemos “detener el juego”. Con el objeto de tener una mejor perspectiva y mostrar quién era el causante de todo este horror y devastación, el Señor me dio una rápida lección de historia en la forma de otra visión. Primero yo vi una mujer, que representaba la raza humana, pero en particular a Israel. Estaba para dar a luz al Mesías.
Luego vi a este enorme dragón rojo el cual poseía un extraordinario intelecto, poder y autoridad. Este se había rebelado en contra de Dios y había convencido a una tercera parte de los ángeles del cielo que lo siguieran. Se paró frente a la mujer esperando poder destruir al Mesías en el momento en que naciera. Pero Dios levantó Su Mesías de los muertos y se lo llevó al cielo.
La mujer huyó al desierto a un lugar que Dios le había preparado para esconderla del dragón durante el período de esta gran guerra en contra de Dios. Esta guerra empezó en el cielo, pero Miguel, el General del ejército de Dios, derrotó al dragón y lo expulsó del cielo, confinándolo a él y a sus ejércitos, a la tierra.
Luego supe que este dragón es el diablo, o Satanás. Desde que engañó a Adán y Eva y obtuvo ilegalmente el control de la tierra, ha estado en guerra con Dios para mantener ese control. También ha estado intentando ganarse a la gente de la tierra para que se pasen a su lado, engañándolos de la misma manera como lo hizo con Adán y Eva y con los ángeles. Él sabía que el Mesías llegaría para recobrar la tierra y redimir al pueblo de Dios, y por eso es que lo mató. Pero cuando Dios levantó a Su Mesías de los muertos, prometió enviarlo de vuelta para terminar ese trabajo. En vista de que el Mesías vino a través del pueblo judío, Satanás ha determinado destruirlos para prevenir que puedan clamar por Su retorno. Eso es lo que hace que el antisemitismo sea el fanatismo más brutal de todos. Es satánico.
Cuando Satanás se dio cuenta que había sido confinado a la tierra, desató toda su furia en contra del pueblo de Dios. Anticipando esto, Dios ha hecho dos cosas. Primero, como una recompensa por su fe, Él ha arrebatado a Su iglesia de la tierra y la ha llevado a un lugar que Él le ha preparado en el Cielo. Y segundo, Él ha escondido al remanente de creyentes de Israel en un desierto en la tierra, al este del Mar Muerto.
Capítulo 13
Por su parte, Satanás le ha dado poder a dos hombres para que engañen a la gente de la tierra y movilizarlos en contra de Dios y de Su pueblo. Estos dos hombres me fueron identificados en una visión como dos bestias, una que sale del mar y la otra de la tierra. El primero era un gran líder político, el más inteligente y más carismático que el mundo haya conocido jamás. Cuando este hombre fue aparentemente asesinado, Satanás lo sana de manera sobrenatural, convenciendo así al mundo que era el mesías. Casi todas las personas de la tierra fueron engañadas por esta así llamada resurrección y empezaron a adorar a Satanás y a su falso mesías. Recuerde que ya le dije que después que la iglesia desapareció, la Palabra de Dios era muy escasa en la tierra y los incrédulos pudieron ser fácilmente engañados por lo que vieron. También, por haber tenido sus corazones endurecidos a la verdad, fueron fácil presa para la mentira. Tengo que admitirlo, eso era muy convincente. Si no hubiera sido por el beneficio de tener el Espíritu Santo morando en mí, yo también habría sido engañado.
El segundo hombre de Satanás era un líder religioso. Su tarea era liderar la nueva religión mundial y asegurarse que todas las personas adoraran a Satanás y a su falso mesías. Utilizando los poderes sobrenaturales que Satanás le había dado, realizó toda clase de señales milagrosas, aun construyendo una imagen gigantesca del falso mesías la cual podía hablar. Para asegurar la lealtad a su religión y el cumplimiento de sus ritos, él hizo los arreglos para que las personas no pudieran ganar dinero o comprar las cosas que necesitaban a menos que tuvieran una marca la cual significaba su adhesión al falso mesías. El rehusarse recibir esa marca era castigado con la muerte. Desde ahora en adelante, el seguir a Jesús requeriría una enorme fe.
Con la aparición de estas dos personas, todo el infierno se había desatado sobre la tierra y la gran tribulación había comenzado. Debido a esta visión, finalmente pude entender que Satanás era el causante de todos los problemas de la humanidad. Con su exitoso esfuerzo al haber engañado a Adán y Eva, introdujo la enfermedad y la muerte y la destrucción en la creación perfecta de Dios, contaminándola más allá de su arreglo y enajenando a Dios de los hombres. En Su gran misericordia, Dios había provisto un remedio para la humanidad en contra de esta situación, y por medio de Sus profetas, nos había rogado que aceptásemos ese remedio, aun enviando a Su propio Hijo para mostrarnos el camino.
Pero aun a Dios se le agota la paciencia y ahora ha llegado el momento para tomar de vuelta lo que le ha sido robado y castigar a los responsables. Satanás y sus ángeles, junto con todos aquellos de la raza humana que tomaron partido con él, van a aprender ahora las terribles consecuencias de provocar la ira del Dios Viviente y rehusar Su oferta de paz. Pero aun en medio de Su ira, Dios aun aceptará sin ningún prejuicio, a todas aquellas personas que doblen sus rodillas ante Él y pidan ser perdonados.
Capítulo 14
El Señor me dio la duración de la gran tribulación de varias formas. Todos los resultados son los mismos si nos damos cuenta que Él está midiendo el tiempo de la manera como lo creó; doce meses de treinta días para un año de 360 días. Así que ya sea que Él diga tres años y medio, o 42 meses, o 1260 días, todo equivale a lo mismo. Con la expulsión de Satanás del cielo y la aparición del anticristo como un auto proclamado dios en la tierra, los últimos tres años y medio de la Era del Hombre habrán comenzado. Esta es la Gran Tribulación.
Yo había estado tratando de absorber la visión de la mujer, el dragón rojo y las dos bestias, cuando mi atención fue llevada de vuelta al cielo. Allí pude ver otro grupo de 144.000 personas, pero diferente a los 12.000 judíos de cada una de las 12 tribus de Israel que describí anteriormente. Ese grupo estaba formado por creyentes judíos comisionados a llevar el Evangelio a toda la tierra. Pero estos otros estaban de pie ante el Trono de Dios en el cielo, habiendo sido redimidos de la tierra. Puesto que se les describe como puros y sin mancha, comprados de entre los hombres y ofrecidos como primicias a Dios, y que siguen al Cordero por dondequiera que va, solamente pueden ser la Iglesia que ha sido raptada, la cual está observando los eventos de la gran tribulación desde una posición privilegiada en el cielo. Ningún grupo de seres humanos puede ser descrito de esa manera a menos que el Señor los haya perfeccionado primero, como sucede en el caso del Rapto.
A propósito, cuando dije que no se habían contaminado con mujeres, no significa que las mujeres sean algo malo en sí. Pero la mayoría de los pensamientos malos del hombre natural involucran pecar con mujeres, y en mi día, las religiones falsas utilizaban los actos sexuales ilícitos con mujeres en sus ritos de adoración. Como un ejemplo, el gran templo de Afrodita en Corinto era la casa de casi mil sacerdotisas quienes mantenían las necesidades financieras del templo, atrayendo a los marineros y otros visitantes que llegaban a Corinto de todo el Medio Oriente, para cobrarles por el acto sexual que tenían con ellos. El sexo estaba mezclado con la religión pagana, como lo está con la política ahora.
Cuando miré a mí alrededor pude ver a tres ángeles volar entre el Cielo y la Tierra anunciando varios mensajes. Uno de ellos anunciaba el evangelio eterno a todas las naciones en todos los idiomas, alertándolos sobre los juicios que aún quedaban por venir. Otro anunciaba la noticia de la caída venidera de Babilonia, la gran ciudad que había sido la personificación de todo lo que se opone a Dios en la tierra. Y el tercer ángel le estaba advirtiendo a la gente de la tierra que adoraba al anticristo y que recibía su marca, que esa decisión era irreversible y que se condenarían en el tormento eterno. Como ya les dije, la postura intermedia estaba desapareciendo. Adore al Señor y enfréntese a la pena de muerte en la tierra, o adore a Satanás y enfréntese al castigo eterno en el infierno. Hable sobre la necesidad de tener fe.
Entonces el Señor me mostró otra visión. En esta visión, una cosecha de uvas de toda la tierra fue llevada a Israel para ser pisada en el lagar de la ira de Dios, produciendo un gran río de sangre. Este tenía una profundidad de 1,30 metros y una longitud de 385 kilómetros, que sería la distancia entre el monte Meguido, en la parte central de Israel, y el mar Muerto en el sur. Esta era una visión de la pronta batalla de Armagedón, que es el esfuerzo final de la guerra de Satanás para controlar la tierra. (Puesto que la palabra hebrea para monte es Har, durante siglos lo que era Har Meguido en hebreo se convirtió en Armagedón en español.)
Capítulo 15
De vuelta en el cielo, siete ángeles aparecieron con las siete copas de oro de la Ira de Dios. Esta es Su última serie de juicios. Cuando estos terminen, Sus enemigos habrán sido derrotados y Su victoria es completa. Justo entonces, otro gran grupo de mártires llegaron de la Tierra y estaban de pie ante Su trono. Estos eran algunos de los últimos creyentes que habían quedado y que habían sido ejecutados por rehusar ponerse la marca. Ahora estaban de pie en el cielo entonando alabanzas a Dios; su fe había sido justificada. Me recordé de ese versículo en Isaías sobre los justos que mueren para ser librados del mal (Isaías 57:1).
Las puertas del Templo Celestial fueron abiertas y se les dieron a los siete ángeles siete copas de oro. Cuando salieron del Tempo, sus puertas fueron cerradas para que nadie pudiese entrar en él lo que significa que nada puede ahora interferir con la ejecución de estos siete juicios finales. Dios no tiene ningún agrado en juzgar aun a Sus enemigos, por eso permanece dentro del Templo para sufrir a solas Su angustia.
Capítulo 16
Cuando la primera copa se derrama sobre la tierra se producen úlceras feas y dolorosas sobre todas las personas que habían aceptado la marca y habían adorado al anticristo. Su tormento había comenzado. La segunda copa convirtió el agua de los mares en sangre y todo ser viviente que había quedado en ellos muere. La tercera copa contaminó todo el suministro de agua potable de la tierra, convirtiéndola también en sangre. Al hacer esto, Dios estaba vengando la sangre de Sus mártires que habían muerto en toda la Era del Hombre, desde los profetas de antaño hasta los recién llegados al Cielo, dándoles a Sus enemigos sangre a beber.
El juicio de la cuarta copa hace que el calor del sol aumente al punto de que las personas realmente se incendiaban al quedar directamente expuestas a sus rayos. De manera increíble maldicen el Nombre de Dios estando tan confundidas por la doctrina luciferina, que en verdad creen que Él es su enemigo.
Con la quinta copa, todo se vuelve tinieblas. La luz del sol y de la luna no puede iluminar, la electricidad no funciona y aun los incendios no dan ninguna luz. Esto asustó tanto a las personas que a duras penas podían mantenerse en pie, pero aun así, seguían maldiciendo a Dios rehusando Su oferta de paz.
Con la sexta copa el Río Éufrates se seca, eliminando de una vez por todo la barrera natural entre el este y el oeste, la cual había comenzado a caer con la sexta trompeta. Los ejércitos de las naciones orientales vieron su oportunidad para cruzar y unirse a la batalla por el control del Planeta Tierra. Espíritus demoníacos de la tríada profana de Satanás, el anticristo y el falso profeta van por todo el mundo realizando señales milagrosas y atrayendo a los líderes de todos los ejércitos del mundo para que vengan y se unan en la batalla. Antes de que terminen su tarea, cerca de 400 millones de soldados llegarán al Medio Oriente, armados hasta los dientes y ansiosos de pelear. Esta en realidad será la “madre de todas las batallas”. Yo estoy consciente de que mi visión de un río de sangre de 385 kilómetros de largo no fue una exageración.
Cuando el séptimo ángel derrama su copa, escuché la voz de Dios que decía, “¡Hecho está!” Los truenos, los rayos y el terremoto más grande en toda la historia me indicaron que los juicios se estaban llevando a cabo con toda su fuerza.
Pero esta vez algo único fue agregado. El castigo en el Antiguo Testamento por la blasfemia era la muerte por lapidación. Los moradores de la tierra habían maldecido y blasfemado el nombre de Dios sin parar, y ahora estaban recibiendo el castigo por sus crímenes. Grandes trozos de granizo, pesando hasta 45 kilos cada uno, cayeron sobre la tierra, esparciendo a las personas como hormigas buscando refugio, mientras seguían maldiciendo el nombre de Dios.
Capítulo 17
Mientras todo esto estaba sucediendo, uno de los siete ángeles se me acercó para explicarme porqué estos juicios eran necesarios. En una visión él me enseñó una mujer sentada sobre una bestia escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, que cabalgaban sobre muchas aguas. Esta mujer (él la llamó Babilonia un misterio) representa las religiones falsas que habían engañado y perseguido al pueblo de Dios, y la bestia representaba a Satanás. El ángel quería que yo entendiera que Satanás siempre ha utilizado la religión falsa para alejar a las personas de Dios. No son muchos los que han sido directamente seducidos hacia la adoración satánica, por eso es que él ha utilizado la adoración a algo más que a Dios, especialmente hacia aquellas cosas que parecen buenas y placenteras, para engañar a la humanidad y guiarla inconscientemente hacia su destrucción. Él también ha utilizado a los seguidores de todas estas religiones falsas para perseguir a los creyentes que rehúsan unírsele, o a quienes insisten en propagar el Verdadero Evangelio.
Las siete cabezas representan a siete potencias mundiales que han retado la autoridad de Dios sobre Su creación a través de toda la era del hombre. Todas estas potencias mundiales fueron construidas por Satanás para glorificar sus religiones falsas y alienar a las personas de su Creador. Al momento en que yo escribía esto, ya cinco de ellas habían pasado; Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia. La potencia mundial en el poder en ese momento era Roma, y la que vendría al final sería el Imperio Romano Restablecido, con elementos de Babilonia, Persia y Grecia mezclados entre sí, para hacer las cosas distintas. El anticristo va a salir de este último grupo.
Los diez cuernos son diez líderes que el anticristo nombrará para ayudarlo a administrar su poder al final de la era. Estos serán leales al anticristo, apoyando sus esfuerzos para sobreponerse al Señor. Pero es el Señor el que prevalecerá y cuando venga para derrotarlos, traerá de vuelta desde el cielo a Su iglesia con Él.
Las muchas aguas representan a todos los pueblos del mundo que han sido engañados por las falsas religiones de Satanás. Cuando el anticristo tome el poder, abolirá todas estas religiones falsas puesto que solamente fueron el medio para alcanzar un fin y proclamarse a sí mismo como dios. En vista de la exitosa promoción de la doctrina luciferina, y puesto que casi la mayoría del remanente de los creyentes habrá sido martirizado por su fe, el resto de las personas aceptarán esto y a sabiendas se convertirán en adoradores de Satanás (lo cual ha sido su meta desde el puro principio). Dios va a permitir que esto suceda para perforar el velo de la decepción que ha sido tejido por la religión falsa, y permitir que las personas en realidad vean a quién han estado en verdad adorando todo este tiempo.
Debido a la paciencia de Dios, que no quiere que nadie se pierda sino que todos lleguen al arrepentimiento, Él se ha contenido de actuar a través de todas las épocas. Durante este tiempo Sus enemigos, al haber equivocado la benevolencia con la debilidad, han propasado los límites y por eso Su juicio, cuando llegue, tiene que ser proporcional al crimen. Miles de millones han sido engañados y se han perdido, y los responsables deben de pagar las consecuencias. Por eso es que esta ronda final de juicios tiene que ser tan severa.
Capítulo 18
El último bastión de las prácticas engañosas de Satanás se encontrará en la ciudad de Babilonia. En los tiempos finales esta ciudad en las márgenes del río Éufrates, en el moderno Irak, se convertirá en el centro de los tres elementos principales de la sociedad; religión, comercio y gobierno. La religión del ser humano, la cual ha tenido a las personas encarceladas espiritualmente; el comercio, el cual los ha encarcelado económicamente; y el gobierno humano, el cual los ha encarcelado socialmente. Todos deben de ser ahora destruidos para poder llegar a tener las libertadas prometidas en el Reino de Dios. Al final de la era Babilonia es el centro y el símbolo de todo lo malo por la manera en que el ser humano hace las cosas, y es por eso que debe de ser destruida para siempre. Y cuando eso suceda, los moradores de la tierra serán sacudidos cuando vean lo rápido que cayó. ¡Oh Babilonia, ciudad de poder! En una hora vino tu juicio.
Con la derrota de Babilonia, los enemigos de Dios finalmente han pasado a ser el estrado de Sus pies, y el camino está ahora libre para el retorno del Señor como el Rey Conquistador para establecer Su Reino. La magnitud de la gritería y los cantos en el cielo, estremecieron el universo. ¡Aleluya!
Capítulo 19
Con la destrucción final y total de Babilonia, los enemigos de Dios han sido derrotados y la guerra por el Planeta Tierra está por terminar. Todos decíamos a gran voz, “¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios todopoderoso reina!” Aleluya es una palabra en hebreo que quiere decir “Alaben al Señor” y después de ese hecho, me sorprendí de ser el único escritor en el Nuevo Testamento que la ha utilizado. Supongo que el Señor la estaba guardando para esta ocasión. Ciertamente aquí se aplica muy bien.
Volví a mirar a mi alrededor y vi el cielo abierto y allí, ante mí, estaba un jinete montado sobre un caballo blanco. A diferencia del que había visto en una visión al comienzo de mi relato, este era el real. También estaba usando la corona correcta, la corona de la realeza. Así que no hay ninguna equivocación sobre Su identidad, pues le di el Nombre que acuñé en la narración de mi Evangelio, EL VERBO DE DIOS. Los ejércitos celestiales le seguían en caballos blancos, todos vestidos de lino finísimo, blanco y puro. Por la sangre de Su ropa y la ausencia de esta en la ropa de Sus seguidores, queda claro que Él solo estaba derrotando a Sus enemigos, tal y como Isaías lo había previsto (Isaías 63:1-6). Este no era ningún bebé en brazos esta vez, Él está aquí para asumir el control de Su Creación y no aceptará la burla de nadie.
Abajo en la Tierra el anticristo y los ejércitos de todas las naciones se han reunido para su enfrentamiento final, pero en un instante Él los elimina a todos. En contraste con el arco sin flechas que llevaba el impostor en mi visión anterior, el Señor habló con tal poder y autoridad como si Sus palabras fueran una espada de dos filos. ¡Él es el Rey de reyes y Señor de señores! El anticristo y el falso profeta fueron capturados vivos, pero lo único que fue necesario hacer para matar a todos los ejércitos de la tierra, fue el sonido de Su voz. Dios llama a unas criaturas demoníacas con apariencia de pájaros para que consuman la carne de los cadáveres. El anticristo y el falso profeta fueron lanzados en un lugar de sufrimiento eterno reservado para Satanás y sus seguidores, en donde serán atormentados para siempre.
Capítulo 20
Luego lo más increíble sucedió. Un ángel con una gran cadena y la llave del mundo subterráneo, descendió del cielo. Con una sola mano capturó a Satanás, lo ató con la cadena encerrándolo durante 1000 años. Satanás aún tiene una última aparición que hacer dentro del Gran Diseño de Dios, pero durante la duración del milenio, estará en confinamiento solitario.
Luego todas las personas que rehusaron adorar al anticristo y fueron martirizadas por su fe en el Señor, fueron vueltas a la vida para reinar con Cristo por 1000 años. Con este evento, la primera resurrección que había comenzado con el mismo Jesús al salir de la tumba, ha terminado. Todas las personas que han muerto en fe, desde la cruz hasta este momento, junto con los santos que han sido arrebatados con la Iglesia, están vivos para recibir las bendiciones de la Era del Reino.
Este es un buen momento para recordarles que la Biblia, siendo la Palabra de Dios para la era del hombre, no habla sobre los eventos que suceden antes de la Creación ni después del Milenio. Pero de todas maneras usted sabrá sobre la última disposición de Dios, porque al puro final del reino de 1000 años del Señor en la Tierra, Satanás será soltado una vez más. Y, sin el mínimo remordimiento ni ninguna evidencia de un cambio en su corazón, de inmediato comienza a reclutar un gran ejército para venirse en contra de Dios otra vez. Y usted creería que después de 1000 años de una paz nunca vista sobre la tierra bajo el gobierno perfecto del mismo Señor, y con las lecciones de la historia para enseñarles lo que sucedió la última vez que alguien se vino en contra del Señor, las personas aprenderían, pero sin embargo un número extraordinario de ellas responden al llamado de Satanás. Pero el Señor envía fuego del cielo el cual los devora en un flash. Luego ese viejo y mañoso diablo Satanás es lanzado en el lugar de tormento eterno para unirse al anticristo y al falso profeta para ser atormentado día y noche para siempre. Y con eso, finalmente nos lo quitamos de encima.
Con frecuencia me he preguntado por qué el Señor colocó este período de 1000 años entre el tiempo y la eternidad. Yo pienso que he llegado a la conclusión que es para deshacer todas las excusas debidas a nuestro comportamiento. Desde el Jardín del Edén hemos estado culpando a las circunstancias externas cada vez que nos sorprenden pecando. Primero decimos, “el diablo me hizo hacerlo”. Así que en el milenio Dios tiene atado y encarcelado a Satanás. Luego decimos, “si solamente no te hubieras ido, dejándonos”. Así que Él regresa para gobernar personalmente sobre nosotros. Luego decimos, “es el mal ejemplo de todos esos incrédulos”. Así que Él saca a todos los incrédulos del planeta al inicio del milenio, dejando solamente a aquellos que han sobrevivido a la gran tribulación y profesaron su fe hacia Él para repoblar la tierra. (Nota: Vea Mateo 25:31-46). Y después de 1000 años de tener el Cielo en la Tierra, todavía hay suficiente pecado en el corazón de las personas no regeneradas, como para unírsele a Satanás en su rebelión final en el mismo momento en que es liberado. Aún bajo condiciones ideales como estas, el hombre natural no puede comportarse lo suficientemente bien como para complacer a Dios y se rebelará en contra de Su autoridad en la primera oportunidad que tenga. Solamente hasta que el ser humano sea perfeccionado por Dios podrá esperar complacer a Dios. Nuestra necesidad de salvación es indiscutible.
Una cosa más sucede al final del milenio. Después que Satanás es eliminado, el Señor llama de vuelta a la vida a todos los no salvos que han muerto, para su juicio final. ¡Que si están sorprendidos! Habiendo vivido toda su vida ignorando o negando a Dios, ahora están de pie frente a frente con Él para explicar su comportamiento. Conforme los eventos de sus vidas son repasados, se escuchan todas las veces que oyeron y rechazaron el Evangelio. Y habiendo rechazado la oferta del perdón que Dios les ofreció, ahora son responsables por sus pecados. Todos ellos son juzgados y lanzados al lugar de tormento eterno. ¡Qué lástima! Ese lugar fue creado para Satanás y sus ángeles, por eso es que las personas tenían que escoger ir allí. Y lo hacen así al cometer el único pecado imperdonable, rehusar el remedio de Dios para favorecer el suyo propio.
Capítulo 21
Y después de esos vistazos del final del milenio, regresemos al comienzo. Ante mis propios ojos vi el cielo y la tierra ser restaurados a su condición original antes de que el pecado entrara al mundo y arruinara todas las cosas. Me di cuenta que algunos de los “desastres naturales” que ocurrieron durante la tribulación, estaban en realidad, reformando la tierra y cambiando su órbita para permitir esta restauración.
Luego vi la Nueva Jerusalén descendiendo del cielo para colocarse en una órbita cercana a la tierra. Debido a su tamaño, con el cual trataré en un minuto, y el hecho de que solamente los creyentes perfeccionados pueden vivir allí, no hay forma de que esta ciudad pueda nunca ser parte de la tierra, pero tiene que estar cerca para permitir viajar a ella. La ciudad era absolutamente inmensa, con más de 2.200 kilómetros en cada lado y 2.200 kilómetros de alto. Algunas personas han especulado que hay suficiente espacio para que cada creyente posea una mansión de mil metros cuadrados. La ciudad tenía 12 puertas, una para cada una de las tribus de Israel y hechas de perla de una sola pieza. (¡Eso es una buena, porque las ostras no son comida kosher!) También tenía 12 cimientos cubiertos de preciosas gemas, con el nombre de los 12 apóstoles. La ciudad no tenía templo, como tampoco necesitaba luz del sol o de la luna porque el Padre y el Hijo, ambos habitan allí. Su presencia provee toda la luz necesaria. Los líderes de todas las naciones de la tierra pagarán su tributo trayendo su gloria y honor a ella, pero ninguna cosa inmunda podrá jamás entrar, solamente aquellos cuyo nombre está escrito el en Libro de la Vida del Cordero.
Capítulo 22
En la Tierra, de un Gran Templo construido en Israel para glorificar a Dios, brotaba una fuente gigantesca de agua fresca de manantial, la cual se convertía en un río que corría hacia el oeste al mar Mediterráneo y hacia el este al mar Muerto. Sus aguas refrescaban el mar Muerto permitiendo que crecieran peces (Nota: Vez Ezequiel 47). A todo lo largo de las riberas del río crecían árboles frutales, cada uno dando una nueva cosecha cada mes del año. Sus hojas poseían poderes de sanidad y la fruta era deliciosa al paladar. Cerca del Templo el Padre y el Hijo tenían sus Tronos y desde allí regirán el mundo para siempre.
Yo quedé tan abrumado de gozo al ver todo el esplendor que Dios tiene guardado para aquellos que lo aman que caí a los pies del ángel que me mostraba todas esas cosas, y él me llamó la atención. “Solamente adora a Dios”, me dijo. Ese es un buen consejo.
Luego mi Señor dijo, “Yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Pude ver que Él quiso decir que Dios en Su infinita sabiduría nos ha dado a todos nosotros el derecho de escoger nuestro propio destino. Por lo que Él me mostró, es obvio que cada persona que nació alguna vez vive para siempre. La única pregunta es en dónde pasaremos la eternidad. Escoja al Señor y reciba la vida eterna en la Ciudad de Dios, o rechácelo y es el castigo eterno con Satanás y sus seguidores en su lugar de tormento. La decisión nunca ha sido tan clara.
Luego él me dijo que le advirtiera a todos los millones de personas que leerían esta carta a través de los siglos. ¡Tomen este mensaje en serio! Las consecuencias para el que le agrega o trata de quitarle a esta carta su propósito o contenido, son muy graves. Pero como me dijo al comienzo, hay grandes bendiciones para aquellas personas que leen y escuchan y toman en su corazón lo que he escrito.
A esto solamente digo, Amen; Sí, ven Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes. Amén.