Adorando a Dios

Q

Jueves, 12 de octubre de 2017

P: Tenemos un nuevo pastor que ha sido muy persistente acerca de cómo la congregación debe alabar al Señor. Él quiere que todos levanten las manos, griten y se muevan. Muchas personas en la congregación, incluyéndome a mí, no siempre nos sentimos cómodos haciendo eso. De tiempo en tiempo yo he levantado mis manos al Señor pero no lo hago todo el tiempo. Yo crecí cantando los himnos antiguos los cuales le hablan a mi corazón y alma, pero el nuevo pastor insiste en cantar las canciones contemporáneas más nuevas. Las nuevas canciones me parecen a mí que son muy repetitivas que siguen y siguen y parece que nunca terminan. Lo que necesito saber es… ¿El Señor espera que todas las personas levanten las manos y que griten para mostrarle a Él la alabanza? ¿Se decepciona Él cuando yo no hago eso? Esto realmente me molesta y no quiero que el Señor esté descontento con la manera como lo alabo.

A

R: Si el señor hubiera deseado un estilo de alabanza en particular, Él lo hubiera especificado en la Biblia. Lo que a Él le importa es que lo alabemos con un corazón sin reservas.

Estoy de acuerdo con usted en que los himnos tradicionales tienen más profundidad teológica que muchas canciones contemporáneas, y por lo general son los preferidos para las personas cristianas maduras. Cuando me enfrenté a esta situación como pastor voluntario encontré que una mezcla de música tradicional con música contemporánea parecía que se ajustaba mejor a todas las personas. En el proceso, muchos de nuestros creyentes más jóvenes crecieron gustándoles los viejos himnos, mientras que los creyentes más maduros pronto se sintieron cómodos con la música contemporánea.

En cuanto a levantar las manos y moverse, yo siempre le he dejado eso al Espíritu Santo para que Él mueva a las personas como lo vea más apropiado. Yo creo que obligar a las personas a hacer cosas que las incomodan es contrario al objetivo de la adoración.