Lunes 19 de agosto de 2019
P: Después de la resurrección de Jesús, y el momento en que se les apareció a los discípulos después que ellos fueron a pescar. Cuando Jesús le preguntó a Pedro tres veces si lo amaba y Pedro respondió con una palabra diferente, lo que significa que lo amaba como a un hermano. Finalmente, la tercera vez que Jesús le hizo a Pedro la misma pregunta, usó la misma palabra que Pedro estaba usando para amar. Me pregunto si es posible que amemos a Jesús y al Padre de la misma manera que ellos nos aman, es decir, con un amor ágape. Sé que Jesús es muy querido para mí y lo amo con todo mi corazón, pero me pregunto si es posible que los humanos amemos como Dios ama.
R: No creo que sea posible que amemos al Señor como Él nos ama hasta que se haya eliminado nuestra naturaleza de pecado. Mientras tengamos este defecto, siempre estaremos demasiado preocupados por nosotros mismos para ser totalmente entregados a otra persona, incluso a Jesús. Él dijo que el dinero y otros asuntos terrenales a menudo se interponen en el camino de amarlo (Mateo 6:24) y Pablo dijo que incluso un cónyuge puede ser una distracción (1 Corintios 7:32-35). La mayoría de nosotros estamos en al menos una de esas situaciones y muchos estamos en ambas. Creo que una de las lecciones de la “reincorporación” de Pedro es que el Señor puede aceptarnos como somos, con todos nuestros defectos, y quedar satisfecho.