Ame a sus enemigos

Q

Martes, 18 de julio de 2017

P: Por favor explique exactamente qué fue lo que Jesús quiso decir cuando nos dijo de amar a nuestros enemigos. Muchas gracias y que Dios lo bendiga ricamente.

A

R: De una lectura de Lucas 6:27-37 podemos ver que nuestra respuesta a cada circunstancia, aun las que son negativas, se basan en el amor. En ese pasaje, Jesús nos dio algunos ejemplos específicos como presentar la otra mejilla, ofrecer más de lo que se exige, responder a la ingratitud con bondad, etc. Podemos hacer eso porque, como personas creyentes, se nos ha prometido que cada una de nuestras necesidades terrenales será satisfecha y por lo tanto no debemos preocuparnos por nada. Además tenemos un destino eterno que nos espera el cual está más allá de cualquier cosa que podamos describir.

Si la gente nos odia sin motivo alguno, en respuesta nosotros podemos amar a esas personas con actos bondadosos al azar. Si nos persiguen, podemos orar por esa gente. La palabra usada para amor en el pasaje significa que nuestro mayor deseo es su mejor bienestar. Recuerde, Jesús murió por nosotros cuando aún lo odiábamos. Esa es la forma como podemos transmitir el amor que nos fue mostrado, pero todavía hay más.

En Romanos 8:28 se nos dice que Dios dispone todas las cosas para bien de todos los que lo aman. Eso incluye aun las cosas malas. En el pasaje de Lucas, el Señor nos dice cómo es que eso funciona. Él sabe que aun buscando el bien en situaciones malas al responder con amor, es algo difícil de hacer. Por consiguiente, cada vez que rehusamos “morder el anzuelo” y rebajarnos al nivel de nuestros atacantes, al responderles con amabilidad escogiendo el amor, el Señor deposita recompensas especiales en nuestra cuenta Celestial. Los pequeños momentos de vergüenza y molestia que soportamos aquí debido a un ataque o una injusticia, pagan dividendos eternos allá.

Esas recompensas son adicionales a nuestra salvación porque cada persona creyente es salva, ya sea que responda con amor o no lo haga. La salvación es un regalo gratuito que se otorga sin tomar en cuenta cualquier mérito. Las recompensas se ganan por el amor que expresamos en agradecimiento por nuestra salvación. Y Él nos enseñó a dejar de ser obsesivos acerca de acumular recompensas terrenales, y en su lugar concentrarnos en acumular esos tesoros en el Cielo. Todas las personas en el Cielo son salvas (Mateo 9:19-21).

Él no nos está pidiendo que seamos felpudos, y ciertamente no se nos pide que nos coloquemos en situaciones de riesgo innecesarias, pero cuando ese sea al caso, responder con amor es lo correcto que debemos hacer.