Amistades tibias

Q

Viernes, 15 de septiembre de 2017

P: Estoy muy agradecido por su ministerio. Yo creo que usted tiene el don de la perspectiva y la habilidad de comunicarla efectivamente para la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Estoy temeroso por la familia y las amistades que tienen un conocimiento tibio de que Jesús es el Hijo de Dios pero no ven la urgencia de la necesidad de aceptar pronto la gracia del Señor. ¿Qué consejo les puedo dar para hacer este tema más urgente para ellos?

A

R: Todos tenemos amistades y parientes que no parecen entenderlo. Hasta la edad de 40 años yo era una de esas personas. Había pasado toda la vida en la iglesia y todavía no había nacido de nuevo. Luego un amigo hizo dos cosas para mí que lo cambiaron todo.

Lo primero que hizo fue orar para que yo pudiera conocer personalmente a Jesús, en lugar de solamente saber acerca de Él. Más tarde me dijo que él es una de esas personas que creen que quienes vienen al Reino lo hacen debido a las oraciones de amistades y seres queridos. Entonces él oró por mí.

La otra cosa que él hizo fue involucrarme en el estudio de la profecía bíblica. Usó profecías del Antiguo Testamento que demostraban sin lugar a dudas que Jesús realmente es el Hijo de Dios que vino a salvar al mundo (Juan 3:16), y profecías del Nuevo Testamento para mostrar que Él viene de nuevo para juzgar al mundo (Hechos 17:31). El punto era que puesto que Dios emitió todas esas profecías acerca del pasado y las mismas se cumplieron, podemos estar seguros de que todas las profecías acerca del futuro también se cumplirán. Entender esto produjo la urgencia que yo necesitaba para finalmente entregarle mi vida a Él.

Obviamente, esa no es una fórmula garantizada, porque al final de cuentas las personas son quienes toman su propia decisión. Pero nada funciona mejor que la combinación de la oración y la Palabra de Dios. Estas son las dos herramientas más poderosas que tenemos a nuestra disposición, y yo estoy eternamente agradecido con mi amigo por haberlas utilizado conmigo.