Martes 4 de junio de 2019
P: Estaba hablando con un amigo mío sobre el arrepentimiento. Dijo que cuando realmente uno se ha arrepentido uno no puede volver a hacer de lo que se ha arrepentido. Dijo que si uno lo vuelve a hacer, en cualquier momento de su vida, significa que uno no se ha arrepentido en primer lugar. Esto me confundió porque hay cosas de las que me he arrepentido honestamente, pero me encuentro haciéndolas de nuevo, aunque no me gusta hacerlo. ¿Es que no me he arrepentido de verdad?
R: El sentido común debería decirle que lo que dijo su amigo no puede ser cierto. Todos cometemos los mismos pecados repetitivamente. Arrepentirse significa cambiar nuestra manera de pensar acerca de ciertos comportamientos y admitir que eso es pecaminoso. Eso no significa que nunca lo volveremos a hacer. Si uno lo volviera a hacer, entonces la frase “Arrepentirse y ser salvo” significaría “Deje de pecar y entonces usted puede ser salvo”.
Uno de los mayores obstáculos a superar antes de que podamos ser salvos es admitir que somos pecadores porque las personas que no piensan que son pecadoras no creen que necesiten un Salvador. Primero tenemos que cambiar de manera de pensar sobre nuestro comportamiento y admitir que el mismo pecaminoso. Una vez que hacemos eso, podemos comenzar a ver nuestra necesidad de un Salvador.