Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.
Y Santiago 4:7 dice que si nos sometemos a Dios y resistimos al diablo, este huira de nosotros.
Podemos hacer estas cosas estudiando la Biblia hasta que aprendemos tan bien las promesas de Dios que podemos repeler los ataques del enemigo citando las Escrituras. Y recuerde, si usted no fuera un verdadero creyente no estaria siendo sujeto de esos ataques. Satanas lo dejaria solo sabiendo que usted no fue sincero cuando pidio la primera vez.
Publicado el jueves 24 de enero de 2013 a las 5:00 pm y archivado en «Preguntele a un Profesor de Biblia».