Ayúdeme a convencer a mi hijo que no es la culpa de Dios

Q

Martes 13 de junio de 2023

P: Por favor ayúdeme a explicarle algo a mi hijo. Él dice que Dios es parcialmente culpable por nuestros pecados porque Él nos creó. Yo le dije que Él no creó a la gente para que pecara sino que Adán eligió pecar. Yo sé que Dios no se sorprendió por eso y que tenía un plan ya puesto en su lugar. ¿Qué le puedo decir para que él no culpe a Dios por sus pecados? Él dice que no se siente culpable porque no es su culpa que él peque, nació así.

A

R: Su hijo está parcialmente en lo correcto. El nacer con una naturaleza pecaminosa hace imposible que no pequemos (Romanos 7:14-20). Pero eso no significa que podemos culpar a Dios, porque Dios no creó al hombre de esa manera. Él creó al hombre a Su imagen y semejanza, perfecto. El primer hombre y la primera mujer desobedecieron a Dios y dejaron que Satanás los persuadiera a pecar. Como resultado de ello, todos sus descendientes han sido maldecidos con la incapacidad de evitar pecar. La única manera que podemos reversar los efectos de eso es creyendo que Jesús murió por nuestros pecados para que nosotros no tengamos que hacerlo (1 Pedro 3:18).

Si su hijo es lo suficientemente maduro para entender esto, usted también puede decirle que nadie después de Adán y Eva fue una creación directa de Dios. Todos somos el resultado de un proceso de procreación, con el cual Dios les ordenó a Adán y Eva a ser fructíferos y multiplicarse (Génesis 1:28). Desde ese momento en adelante, los padres han tomado la decisión de cuándo traer un bebé al mundo. De otra manera Dios pudo haber aislado a Adán y a Eva y haber creado al resto de nosotros para ser perfectos. En ese caso Él habría sido responsable de hacernos pecadores como su hijo afirma.

Si su hijo es creyente, él también está en lo correcto al decir que no debe sentirse culpable, porque desde la perspectiva de Dios no es la culpa de él. Pablo lo explica en Romanos 7:14-20 diciendo que Dios no le cuenta a una persona los pecados en su contra y no nos condena cuando pecamos (Romanos 8:1). Él nos ve como si fuéramos perfectos (Hebreos 10:12-14), como una nueva creación (2 Corintios 5:17), y eso no es debido a nuestro comportamiento, sino debido a lo que creemos (Romanos 3:21-24).

Sin embargo, las personas creyentes sí tratan de evitar el pecado lo más que puedan. Eso lo hacemos por el agradecimiento que sentimos en el hecho de que el Señor nos ha salvado y nosotros queremos complacerlo a Él. Y también sentimos la convicción del Espíritu Santo cuando pecamos, porque sabemos que eso no es lo que Dios quiere que hagamos. Nos hace desear pedirle a Él que nos perdone.

Cuando lo hacemos, Dios siempre estará de acuerdo (1 Juan 1:9), porque Jesús murió por todos los pecados de nuestra vida, no solamente por algunos de ellos.

En resumen, las personas creyentes maduras saben que no pueden enteramente dejar de pecar, y saben que cuando lo hacen, Dios las perdona cada vez que se lo piden. En agradecimiento por el regalo gratuito de la salvación es que nos esforzamos para vivir de una manera agradable a Él, porque sabemos que si no hubiera sido por Su amor a nosotros, estaríamos perdidos para siempre.

Me doy cuenta de que le dado todo un curso de teología en una cuantas frases, y algo de ello puede diferir con lo que a usted se le ha enseñado. Estudie las referencias que he incluido aquí y le ayudarán a que todo tenga un mejor sentido para usted.