Miércoles 3 de abril de 2024
P: Durante los últimos meses he estado asistiendo a una grandiosa iglesia que predica la Biblia y me he dado cuenta que el pastor cree que no recibimos el Espíritu Santo hasta que somos bautizados. Hemos hablado largamente sobre eso y concordamos que cuando usted cree en Jesús como su Salvador usted es salvo y pasará la eternidad con Él y con el Padre. Él dice que Efesios 1:13-14 dice que somos sellados (como con una marca) para nuestra herencia futura, pero que el Espíritu no habita en nosotros sino hasta que somos bautizados y entonces es cuando recibimos la promesa del Padre. Él dice que el propio bautismo del Señor es nuestro ejemplo sobre esto y en Hechos 2:38 Pedro colocó el bautismo antes de recibir el Espíritu Santo.
Yo creo que el bautismo es muy importante y que debemos recibirlo porque es una orden y también es una muestra pública de nuestra elección de ser un seguidor de Cristo, pero no estoy de acuerdo con mi pastor en este asunto. Lo he estudiado mucho y espero que usted me pueda ayudar.
R: No estoy de acuerdo con la interpretación de su pastor por varias razones. No hay motivo para creer que Jesús solamente estaba profetizando acerca del Espíritu Santo en Juan 20:22. Es razonable asumir que al haber sido primero seguidores de Juan, varios de los discípulos del Señor habían sido bautizados. Pero no existe nada en el registro bíblico que indique que todos ellos lo fueron, y aun los que fueron bautizados no recibieron el Espíritu Santo en ese momento. Tampoco ningún bautismo precedió el evento en el Aposento Alto o en el Día de Pentecostés. Una lectura literal de Efesios 1:13-14 claramente indica que el Espíritu Santo fue sellado en nosotros al momento de haber creído. Pablo repite esa promesa en 2 Corintios 1:21-22 y 2 Corintios 5:5 sin mencionar ningún bautismo. Decir que sería redundante mencionar el bautismo es poner palabras en su boca.
Es importante recordar que en Hechos 2 Pedro estaba hablando en el Templo a una audiencia judía la cual tenía un entendimiento diferente del bautismo al que tenemos nosotros. Ellos habían usado el bautismo (al que llamaban un Mikvah) durante siglos, como un rito de purificación antes del Sabbath o de una boda o de emprender alguna empresa importante. La Iglesia usa el bautismo como una declaración pública de haber nacido de nuevo. Así que para ellos eso precede un cambio importante, pera nosotros lo sigue.
Además, decir que Jesús no poseía el Espíritu Santo antes de Su bautismo es equivalente a negar Su deidad desde Su nacimiento. Significaría que antes del bautismo Él solamente era un hombre ordinario. Recuerde, Juan, quien había conocido a Jesús toda su vida, cuestionó Su necesidad de un bautismo. Yo creo que Jesús estaba siendo obediente a la Lay al tomar un Mikvah al inicio de Su ministerio. La señal del Espíritu Santo descendiendo sobre Él era para mostrar que Él estaba siendo equipado para el ministerio y para dar una indicación de la complacencia de Su Padre (Mateo 3:13-17).
El Espíritu Santo habita en nosotros desde el momento en que creemos y nos guía. Pero de vez en cuando, Él puede venir sobre nosotros con poder para equiparnos para una tarea o un desafío especiales. Eso fue lo que sucedió con Jesús; fue lo que sucedió con los discípulos, y es lo que sucede con nosotros.
Usted y su pastor estuvieron de acuerdo en que esto no es un asunto de salvación. En lo personal, yo creo que si eso es en lo único en que no están de acuerdo, usted puede considerarse bendecido.