Lunes 7 de febrero de 2022
P: En Pentecostés cuando el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles ellos hablaron en lenguas y todos los presentes los entendieron en su propio idioma. Parece que más tarde el don de lenguas cambió a algo secreto que requería de un intérprete. ¿Qué sucedió?
R: El propósito del don de lenguas es el de comunicar un mensaje de Dios. Para que todos los presentes puedan saber que el mensaje es verdaderamente de Dios, Él le permite a una persona pronunciar el mensaje en un lenguaje que él o ella no entienden, y luego le permite a otra persona traducirlo al lenguaje de quienes lo escuchan. De esta manera dos milagros diferentes confirman la validez del mensaje. En 1 Corintios 14:27-28 Pablo lo explica así.
Si alguien habla en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
Esto nos dice que bajo circunstancias normales el don de lenguas siempre ha requerido de un intérprete. Por eso es que también hay un don de interpretación (1 Corintios 12:10). Pero en Pentecostés las lenguas con las que los discípulos hablaron eran las lenguas nativas de sus escuchas (Hechos 2:3-11) así que no fue necesario la intervención de ningún intérprete.