Viernes 24 de noviembre de 2023
P: Basado en mi interpretación de Mateo 18:8-9, Marcos 9:43-45 y Juan 20:25-27 he llegado a la conclusión de que nuestro así llamado cuerpo incorruptible/glorificado llevará las cicatrices y amputaciones de nuestro cuerpo carnal. ¿Qué piensa usted?
R: Mateo 18:8-9 y Marcos 9:43-45 son pasajes paralelos en donde el Señor estaba diciendo que si nuestras manos o pies y aun nuestros ojos nos causan pecar debemos amputarlos. Pero es comúnmente entendido que nuestros miembros corporales no son los que nos hacen pecar. El pecado se origina en nuestro corazón (Mateo 15:19, Marcos 7:21). Por consiguiente, cortarnos nuestros miembros corporales no evitará que sigamos pecando.
Yo no he visto ningún informe de algún ejemplo de alguien durante la Era de la Iglesia que haya tomado Su consejo de manera literal. La mayoría de los comentaristas concluyen que Jesús estaba hablando de manera metafórica, diciéndonos que debemos hacer todo lo necesario para quitar de nuestras vidas las cosas de este mundo que nos tientan a pecar.
En Juan 20:25-27 Tomás rehusó creer que Jesús había resucitado de los muertos a menos que pudiera ver las heridas en Sus manos y costado. Cuando las vio entonces creyó. El hecho de que Jesús todavía lleva las marcas de su terrible experiencia es un caso específico, no necesariamente un principio general. Hubo una razón teológica importante para Sus heridas, pero no hay ninguna para nosotros.
Yo no creo que usted tenga una razón válida para su conclusión.