Despues del diluvio, Dios le dijo a Moises, «Todo lo que se mueve y vive, les sera para mantenimiento: asi como las legumbres y plantas verdes, se los he dado todo. Pero la carne con su vida, que es su sangre, no la comeran» (Genesis 9:3-4). Con esta declaracion El estaba agregando la carne a la dieta humana, sujeta a las condiciones mencionadas.
Despues que saco a los israelitas de Egipto, Dios permitio el consumo de carne de ciertos animales, pero no de otros. Levitico 11 enumera tanto los animales «limpios» como los «impuros.» Muchos libros se han escrito sobre este tema, afirmando que por obedecer las restricciones dieteticas del Senor los israelitas disfrutaron de una vida mas larga y mas sana que la gente de las naciones que los rodeaban.
En Romanos 14:14 Pablo, hablando sobre el comer y el beber, dijo, «Yo se, y confio en el Senor Jesus, que nada es impuro en si mismo; pero si alguien piensa que algo es impuro, lo es para el.»
Pablo dijo que asi como no debemos permitir que nadie nos juzgue en lo que comemos o bebemos (Colosenses 2:16), nosotros debemos ser cuidadosos al no permitir que nuestra libertad en esas cosas cause que alguien mas tropiece (Romanos 14:20). El dijo nadie debe buscar su propio bien, sino el bien de los demas (1 Corintios 10:24).