¿Cómo es que trabaja Satanás?

Q

Martes 8 de agosto de 2023

P: En la reciente publicación, “La Derrota Más Grande de Satanás”, 1 Corintios 2:6-8 parece indicar que Satanás y sus secuaces estuvieron detrás de la crucifixión del Señor. ¿Cómo cree usted que él hace que sus planes sucedan? ¿Es por medio de un control mental de algún tipo? Yo sé que Dios está realmente en control y que usa a Satanás para llevar a cabo Sus planes, pero no tengo claro cómo es que Satanás trabaja y qué poderes tiene él sobre las personas.

A

R: Satanás no puede controlar la mente de las personas directamente. Pero al sembrar una serie de ideas en el umbral de la mente de la persona él puede hacer que la naturaleza pecaminosa de la persona tome esas ideas y las use como si fueran suyas propias. En un período de tiempo Satanás puede influenciar las acciones de las personas al influenciar la dirección de sus pensamientos. Las personas creyentes pueden torpedear este proceso en cualquier momento aplicando 2 Corintios 10:3-5, pero las personas incrédulas no poseen esa habilidad.

En cuanto a la crucifixión de Jesús, eso había sido decidido entre el Padre y el Hijo desde antes de la creación del mundo (1 Pedro 1:18-19). Cientos de profecías que datan desde la caída del hombre explican esto en gran detalle.

Dios mantuvo a Satanás a oscuras en cuanto a lo que la crucifixión lograría. De esta manera Él pudo engañar a Satanás en creer que al dejar que Israel orquestara la muerte del Señor, él lograría una gran victoria en contra de Dios. Cuando ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto, Satanás descubrió que él había hecho exactamente lo que Dios quería hacer. Si Satanás hubiera entendido el plan de Dios con anticipación, habría tratado de oponerse a la crucifixión como Pablo lo dijo en 1 Corintios 2:6-8.

La tragedia para Israel es que al haber rechazado al Mesías, en efecto ellos estaban rechazando permitir que Su muerte pagara el castigo por sus pecados, anulando así cualquier sentido que pudo haber tenido para ellos. Así que ellos ayudaron a Dios a llevar a cabo Su plan, pero no recibieron ninguno de los beneficios que supuestamente les traería. Dios también sabía que eso sucedería, y que eso le abriría la puerta de la salvación a incontables millones de gentiles. El resultado es que el Reino que Dios le prometió a Israel ha sido retrasado por casi 2000 años.