Cuando Adan y Eva se vistieron con hojas, en efecto se estaban cubriendo a si mismos con sus propias manos. Al quitar esos vestidos y reemplazarlos con pieles de animales, Dios les mostro que con el derramamiento de sangre inocente, ellos estarian «cubiertos» ante El.
Cuando Cain trajo una ofrenda de vegetales, la misma fue rechazada. El sacrificio que presento Abel del primerizo de su rebano fue aceptado. Dios le dijo a Cain, «?Por que estas tan enojado, y por que andas cabizbajo? Si haces lo bueno, ?no seras enaltecido?» (Genesis 4:6-7).
?Como podia Cain hacer lo correcto a menos que se le hubiera ensenado? Esos dos eventos nos dan pistas de que el sistema de sacrificios era efectivo desde el principio. Desde que se cometio el primer pecado, el modelo del Mesias, cuya sangre inocente seria el sacrificio para cubrirnos ante Dios, le ha sido ensenado a la humanidad.