Viernes 5 de marzo de 2021
P: Hace 4 años murió mi esposa. Nosotros servimos y amamos juntos al Señor durante muchos años. Yo la encaminé a Él y ahora sé con todo mi corazón que ella es salva y que está con Él. Pero desde que eso sucedió me aparté muy lejos de Dios. Me alejé de las enseñanzas organizadas de mi iglesia, ya que fui dirigido a creer que con oración y fe mi esposa no moriría. Se me dijo que solamente hablando con fe y sosteniéndose en Su palabra ella sería curada. Yo hice todo eso y cuando mi esposa fue llamada a casa perdí mi fe en Él. Pero ahora tengo ese profundo anhelo para volver. Pero, ¿cómo le puedo pedir a Él que me perdone por esa amargura que he tenido y realmente esperar ser perdonado?
R: El señor ha prometido que podríamos ser curados de nuestras enfermedades (Santiago 5:14-15) pero Él nunca dijo que viviríamos para siempre. Y debido a mis estudios sobre la próxima vida, yo he empezado a ver la muerte como la curación perfecta. Pablo dijo, “Vivir es Cristo y morir es ganancia” (Filipenses 1:21).
La tristeza y la amargura que usted tiene no han sido ninguna sorpresa para el Señor. Él sabía esas cosas cuando fue a la cruz y Él las perdonó por usted allí (Colosenses 2:13-14) mucho antes de que usted naciera. Recuerde Él ofreció una sola vez un solo sacrificio por los pecados (Hebreos 10:12).
Usted puede esperar ser perdonado porque la Biblia dice que si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonarlos y limpiarnos de toda injusticia (1 Juan 1:9). Esa es una promesa de Dios.
Piense en la Parábola del Hijo Pródigo (Lucas 15:11-32). Cuando el hijo se dio cuenta del error que había cometido, regresó a su padre, y buscó el perdón, y de inmediato fue perdonado de manera incondicional. De la misma manera es con el Señor. Él ha estado esperando por usted para que vuelva, y cuando usted lo haga será perdonado de manera inmediata e incondicional.
Yo lo animo a usted a que vuelva a Él y ya termine con ese tiempo de tristeza de una vez por todas. Pronto volverá a estar de nuevo con su esposa, pero al recibir el perdón del Señor usted podrá volver a servirlo y a amarlo durante el tiempo entre ahora y entonces.