Martes 16 de noviembre de 2021
P: He sido salvo desde que tenía 11 años. Estoy seguro de ello, yo acepté al Señor, y lo hice en serio. Sin embargo, he pasado por períodos de duda durante los últimos cuatro o cinco años. Yo creo que eso me sucedió por haber escuchado a una persona atea. Ella dijo que yo creía en una fantasía, y que yo creía en Dios y en Jesús sólo para sentirme bien acerca de morir. Parece que no puedo quitarme esas palabras de mi corazón no importa lo mucho que oro por eso. ¿Qué puedo hacer para recuperar mi fe? ¿Aún soy salvo a pesar de mis dudas? Me siento tan culpable y avergonzado por ello, y ni siquiera me siento bien yendo a la iglesia mientras mi mente funciona de esa manera. Estoy tan avergonzado de mis pensamientos que no me atrevo a decírselos a mi pastor en este momento.
R: No sé cuántos años tiene usted ahora, pero me parece que usted ha pasado muy poco tiempo estudiando la Palabra de Dios desde que usted es creyente. Si eso es así, usted está sufriendo de una deficiencia que Pablo llamó celo pero no conforme a ciencia (Romanos 10:2). Muchas personas creyentes tienen este problema porque nunca han aprendido por qué creen lo que creen. Por eso es que una afirmación que puede ser tan fácil de refutar como la que su amiga “atea” hizo, le puede causar tantos problemas.
Pablo también dijo que la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios (Romanos 10:17), así que obtenga una Biblia de estudio confiable y haga un poco de investigación por su cuenta para ver por qué la fe que usted tiene está justificada. La Biblia es uno de libros mejor validados de la historia y hay más evidencia para probar que el Señor es Quién Él afirma ser y que prueba que usted es quien usted afirma ser. Estudiar la Biblia es también la forma más rápida y mejor para recuperar su fe.
Una de las cosas que usted aprenderá es que si usted fue salvo a la edad de 11 años, usted aún es salvo hoy porque la fe que lo salvó a usted fue un regalo de Dios (Efesios 2:8-9) y el Espíritu Santo fue sellado en usted en ese momento para garantizar su herencia (Efesios 1:13-14).