Yo creo que la parabola de los obreros en la vina (Mateo 20:1-16) transmite esa idea. El dueno contrato a varias personas durante el dia para que trabajaran en su vina. Los primeros que fueron contratados trabajaron 12 horas. Otros que el contrato mas tarde trabajaron 9, 6 y 3 horas, y los ultimos contratados solamente trabajaron una hora. Pero al final del dia el les pago a todos la misma suma de dinero.
Lo mismo sucede con nuestra salvacion. No importa cuando fue que llegamos al Senor, todos recibimos la misma promesa de vida eterna con El.
Mientras que yo no recomendaria esa estrategia, yo creo que si los ultimos pensamientos conscientes de una persona son una confesion de fe y un ruego para salvacion, la misma le sera otorgada. En mi opinion, el ladron crucificado a la par de Jesus sirve como nuestro mejor modelo para ello. Sin ninguna oportunidad de probar su dignidad, y estando a la puerta de la muerte, le dijo a Jesus, «Acuerdate de mi cuando llegues a tu reino. Jesus le dijo: De cierto te digo que hoy estaras conmigo en el paraiso» (Lucas 23:42-43).