Con respecto al Salmo 103

Q

Viernes 28 de febrero de 2020

P: Ref. Salmo 103:1-5: Bendice, alma mía, al SEÑOR, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.”

¿Tiene sentido creer que Dios sana todas nuestras enfermedades y restaura nuestra juventud en esta vida? No veo ninguna evidencia de ello ahí. ¿Podría ser que esta promesa sea para nuestro futuro en nuestros cuerpos resucitados?

A

R: Estas son promesas para el aquí y el ahora. Estando en el tiempo presente reflejan las experiencias personales de David y sus contemporáneos. Además, en nuestros cuerpos resucitados no tendremos necesidad de sanidad ni de perdón porque nunca contraeremos ninguna enfermedad ni cometeremos ningún pecado. Esta es una señal más de que en su mayoría, la iglesia hoy en día carece de la fe de poder disfrutar las promesas que nuestros ancestros vieron como bendiciones diarias de Dios.