Lunes 13 de marzo de 2023
P: Seguidamente es el final de un sermón dado por mi predicador.
La Biblia no dice que “todo aquel que cree en la exactitud de las Escrituras no perecerá sino que tendrá vida eterna”; no dice que quien cree en la divinidad de Jesús, en Su nacimiento virginal, en Su resurrección corporal, en Su segunda venida; no dice que quien cree en la doctrina del sacrificio sustitutivo no perecerá; dice que todo aquel que cree en él—en Jesús—no perecerá sino que tendrá vida eterna (Juan 3:16).
Quedé sorprendido. Esto a mí me parece muy mal y que es la manera del movimiento de la nueva era. Necesito alguna guía.
R: Romanos 10:9 claramente dice, “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.”
Cuando confesamos que Jesús es Señor, eso quiere decir que creemos que Él el único enviado por Dios para morir por nuestros pecados. Creer que Dios levantó a Jesús de los muertos es necesario para la salvación porque cuando Él fue a la cruz, Jesús llevó todos los pecados de nuestra vida sobre Él para hacernos justos como Dios es (2 Corintios 5:21). Después de Su resurrección Él subió para sentarse a la derecha de Dios. Dios no puede estar ante la presencia del pecado, de tal manera que si solamente uno solo de nuestros pecados quedó sin pagar, Él no podría estar ante la presencia de Dios. Y eso significa que no podríamos estar seguros de que Él nos salvó completamente. Y puesto que no hay ninguna otra manera de pagar nuestros pecados, aún estaríamos perdidos. Para decirlo de manera simple, Su resurrección es la prueba de que Dios consideró que Su muerte fue suficiente para pagar por todos nuestros pecados, calificándonos así para poder resucitar nosotros también. Creer en la resurrección no es una opción. A menos que creamos que Jesús resucitó, no podemos creer que nosotros también lo haremos.
Lo mismo puede decirse de la divinidad de Jesús, el nacimiento virginal, el sacrificio sustitutivo, etc. De acuerdo con la Ley de Dios, todo eso es esencial para la seguridad de la salvación. Todo eso es lo que hace que Juan 3:16 funcione. Las personas que dicen lo contrario simplemente no han hecho sus tareas teológicas.
Muchas personas aman a Jesús porque lo ven como un gran maestro, o un tipo de persona muy gentil, o un buen modelo a imitar. Todas esas son respuestas legítimas para Su vida. Pero hasta que admitimos que somos pecadores que necesitamos de un Salvador y creemos que Jesús está deseoso y quiere salvarnos si se lo pedimos, entonces todo el amor que le tenemos como a un hombre no nos ayudaría en nada.