Viernes 17 de mayo de 2019
P: Siempre he pensado sobre el epíteto anti-semita de “Matadores de Cristo.” Yo creo que tener conciencia del propósito de Dios es que los judíos estaban cumpliendo Su voluntad al “crucificar al Señor de Gloria” cuyo principal propósito de venir a la tierra era para morir en su lugar por los pecados de la humanidad, y en efecto, por los pecados de los creyentes. Mientras que eso no mitiga su culpabilidad, los “Matadores de Cristo” estaban haciendo la voluntad de Dios al cumplir con la profecía. Ese entendimiento requiere un cierto grado de abstracción que muchas personas no pueden lograr.
R: Cuando usted se da cuenta de que solamente porque Dios conoce lo que va a suceder, eso no quiere decir que Él hace que las cosas sucedan, o aún desee que sucedan, entonces mucha de la abstracción desaparece. El ser humano es soberano y es responsable por sus propias decisiones.
Una y otra vez Dios envió profetas para decirle al pueblo judío que su Mesías vendría. Cientos de profecías describen Su vida en detalle. Dios envió a los magos para anunciar Su nacimiento y a Juan el Bautista para anunciar el inicio de Su ministerio adulto. Después de haber hecho milagros que cumplían de manera conspicua las profecías mesiánicas, el mismo Jesús permitió que ellos lo aclamaran como su Rey y les advirtió que el precio por rechazarlo sería la pérdida del reino prometido a ellos. A pesar de que Dios sabía desde el principio que ellos lo rechazarían y ya había planeado utilizar Su muerte para salvar a los gentiles, Su voluntad fue que ellos lo aceptaran para reconciliarse con Él. Yo creo que la razón de que Jesús se rezagara en la Tierra durante 40 días después de Su resurrección fue para darles a ellos la última oportunidad de aceptarlo, a pesar de que Él sabía que no lo harían. 10 días después la Iglesia nació y la puerta fue abierta para los gentiles.
Dios no tenía ninguna intención de castigar a los judíos. Ellos cayeron en su propia trampa cuando hicieron de su religión un sistema de obras en la cual Dios se volvió incidental en sus vidas (Isaías 29:13). Debido a eso, ellos estaban completamente ignorantes de las señales de los tiempos en los que vivían, y rechazaron al Rey que habían estado esperando durante 2000 años. Tristemente la “iglesia” ha cometido el mismo error y en su mayoría está ignorante de las señales de nuestros tiempos. El resultado será igual de devastador.