«Vengan a mi todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los hare descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mi, que soy manso y humilde de corazon; y hallaran descanso para su alma; porque mi yugo es facil, y mi carga es liviana» (Mateo 11:28-30)
Jesus levanto muchas cargas pesadas de nuestros hombros. La principal de ellas era la carga de nuestros pecados y sus consecuencias eternas.
«Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigenito, para que todo aquel que en el cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16)
Luego esta la carga de intentar vivir de acuerdo a los requisitos de la Ley de Dios. En Romanos 8:1-2 Pablo dijo,
«Por tanto, no hay ninguna condenacion para los que estan unidos a Cristo Jesus, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espiritu, porque la ley del Espiritu de vida en Cristo Jesus me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.»
El tambien nos libro de la carga de las preocupaciones de la vida. El dijo,
«Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten ?Que comeremos, o que beberemos, o que vestiremos? Porque la gente anda tras todo eso, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les seran anadidas» (Mateo 6:31-33).
Y El quito la carga del temor de que hagamos algo que lo obligue a retirar todo lo que El nos ha dado.
«Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen. Y yo les doy vida eterna; y no pereceran jamas, ni nadie las arrebatara de mi mano. Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. El Padre y yo somos uno» (Juan 10:27-30)
Eso nos deja solamente con una carga, la cual es liviana. Cuando le preguntaron que debemos hacer para poner en practica las obras de Dios, El contesto,
«Esta es la obra de Dios: que crean en aquel que el ha enviado» (Juan 6:28-29).