Viernes, 21 de julio de 2017
P: ¿Cómo debemos prepararnos para los días venideros? ¿Nos preparamos en lo natural almacenando alimentos y agua anticipándonos a un pulso electromagnético (EMP) o la quiebra de nuestra economía? ¿Compramos oro y otros valores para negociar o intercambiar? ¿O solamente debemos prepararnos espiritualmente… aprender a tomar al Señor en Su Palaba que Él nos protegerá, que Él realmente dijo en serio Mateo 6:31-33 y que Él será nuestra única fuente de sustento?
Yo quiero confiar en el Señor, pero también quiero ser fiel a Él y también administrar lo que Él me ha dado.
R: Yo creo que debemos prepararnos en dos frentes. Primero, debemos reconocer que Dios es fiel y que nos sustentará a través de tiempos difíciles al tenerle fe. Por consiguiente, debemos trabajar para fortalecer nuestra fe. Eso lo hacemos al ejercitarla, caminando por fe aun cuando estemos pasando por períodos difíciles. Debemos aprender a depender de nuevo en el Señor como al principio, no tomando ninguna decisión sin primero buscar Su voluntad. Orar sin cesar, y orar por todo. Especialmente, estudiar Su Palabra todos los días, especialmente el Salmo 62. Volverlo a poner a Él a cargo. Cultivar la amistar de amistades que piensan lo mismo que uno y estudiar con ellas.
Segundo, debemos empezar a simplificar nuestras vidas y nuestro estilo de vida. Empiece a despojarse de cosas que lo distraigan o lo esclavicen. Viva una vida cercana al nivel básico de lo que necesita, debajo de sus necesidades. Elimine deudas altas o de interés variable y deje de acumular nuevas deudas. Venda los activos que no son necesarios, especialmente aquellos que tienen deudas, o que se deprecian en su valor. Siga el ejemplo de animales como las hormigas y las ardillas, que cuando la vida es buena y fácil, almacenan para los tiempos que no lo serán. Manténgase fiel en su diezmo. En resumen, conviértase en un mejor administrador de sus recursos.
Y sobre todo, recuerde que solamente Dios puede ver el fin desde el principio. Solamente Él puede guiarnos de manera segura a través de las tormentas de la vida. Y solamente Él ha prometido hacerlo.