Derrotando al enemigo

Q Durante meses he estado en un lugar seco y no se como salirme de el. He luchado con la falta de deseo que tengo por nuestro Senor y Su palabra. La verguenza y la culpa estan alli cuando me despierto y me comen en la noche. Aun he dejado de ir a la iglesia cada domingo y la comunicacion (oracion) con el Senor no es nada mejor. Yo quisiera sentir ese fuego de nuevo y quiero amar la iglesia del Senor y quiero ser restablecido en comunion con Jesucristo… solamente que no se como.

Le he pedido al Senor que me perdone y me ayude. Aun asi, los sentimientos de fracaso siempre estan presentes en mi mente. Yo se que el maligno es malo y se que esta teniendo un dia de campo con mis pensamientos y mi vida. Le he dado mucho credito y generalmente estoy fastidiado por el temor de ser dejado atras, el temor de perderme a Jesus el dia que viene por su iglesia, el temor de que en cualquier momento reciba lo que me merezco y que algo malo me va a suceder. Estoy profundamente sumergido ahora y parezco mas al viejo yo que a la nueva creacion que verdaderamente soy. ?Le sucede esto a otros cristianos? ?Que consejo me puede dar?

A Yo he oido que esto sucede pero no lo he sentido por mi mismo. Si puedo decirme que eso no procede de Dios. Ese es un ataque del enemigo, asi que empiece reclamando la promesa de Santiago 4:7-8.

«Sometanse, pues, a Dios; resistan al diablo, y huira de ustedes. Acerquense a Dios, y el se acercara a ustedes.

En su corazon usted sabe que este temor es irracional. Es una pretension que se forma en contra de su conocimiento de Dios. 2 Corintios 10:3-5 dice que podemos llevar nuestros pensamientos cautivos a la obediencia a Cristo. Usted hace esto al repasar las promesas de Dios y usarlas para derrotar al enemigo. Ese es el modelo que Jesus nos mostro cuando El resistio al diablo en el desierto (Mateo 4).

Una de Sus promesas es que cuando usted creyo, usted fue marcado con un sello, la promesa del Espiritu Santo, quien es el deposito que garantiza nuestra herencia (Efesios 1:13-14). Mientras usted crea que Jesus murio por sus pecados y resucito de nuevo, usted no puede ser dejado atras. Conociendo lo que usted cree y por que usted lo cree le da una fortaleza que no puede ser superada.

Finalmente, en vez de estarse centrando en sus sentimientos de fracaso, empiece a aplicar Filipenses 4:8, creyendo acerca de las cosas buenas en su vida y reconociendo que estas son todas de Dios, porque El es el dador de toda buena dadiva y todo don perfecto (Santiago 1:17). El enemigo vera que no puede ganar y se apartara de usted.