Viernes 10 de junio de 2022
P: Necesito ayuda para adquirir el hábito de orar. Personalmente, necesito la ayuda del Señor para centrar mi vida en Él, pero me olvido de orar por ello. Cuando oro, me distraigo fácilmente. Me “olvido” de lo que estoy hablando y me muevo tontamente, y nunca parece que “haga contacto” con el Señor. ¿Qué sugerencias me puedes dar usted para “curar” esto que me mantiene alejado de “caminar más de cerca” que es lo que quiero y necesito con Dios?
R: Por definición, un hábito es una acción que se repite hasta que se convierte en automático. Comienza con una decisión consciente de hacer algo que se siente incómodo de hacer, luego repitiéndolo hasta que se siente incómodo de no hacerlo. Si desea formar el hábito de orar, comience a orar y no se detenga hasta que se convierta en un hábito. Puede ayudarle hacer un recordatorio y apartar un tiempo específico cada día para orar. Puede tomar tan poco como cinco minutos.
Recuerde, la oración es tener una conversación con Dios. No intente convertirlo en una presentación formal o piense que debe usar un lenguaje elegante. Comience por darle las gracias por cualquier cosa por la que se sienta agradecido, y luego pídale que lo perdone por cualquier cosa por la que necesite ser perdonado, luego pídale todo lo que desee y luego agradezca de antemano por otorgárselo. Si usted quiere decir algo más, dígalo. Si no, no lo haga.
A medida que se sienta más cómodo, se hará más fácil y su conversación será más informal. Cuando usted se dé cuenta que está haciendo comentarios espontáneos durante el día, dándole las gracias por las pequeñas cosas que suceden, pidiendo ayuda o consejo según sea necesario, y así sucesivamente, se dará cuenta de que realmente es su compañero constante. Pero como todos los hábitos, todo comienza con la decisión de comenzar.