Lunes, 1 de marzo de 2021
P: Me he estado preguntando si podemos saber, bíblicamente hablando, el número de días de nuestras vidas. ¿Es un número predeterminado que no podemos alterar por estilo de vida o por elecciones que hacemos (es decir, participar en deportes extremos o peligrosos)? He mirado el Salmo 139, Job 14:5, Proverbios 3:1-2, Proverbios 9:11, Ecl. 7:15, etc. Podría ser razonable pensar que algunas elecciones que hacemos (por ejemplo, dieta, ejercicio, uso del hilo dental, por nombrar algunas) podrían mejorar la calidad de nuestra vida, pero ¿algo que esté bajo nuestro control aumente la cantidad de días que nos son dados?
R: En Mateo 6:27 Jesús dijo: “¿Quién de ustedes, preocupándose, puede añadir una hora a su vida?” De esto y de los versículos que usted citó, parecería que nuestra esperanza de vida es finita y conocida de antemano. Sin embargo, basado en mi conocimiento del carácter de Dios y Sus capacidades, no creo que esto sea el resultado de una determinación arbitraria de Su parte. Dios, que conoce el final desde el principio, sabía antes de que naciéramos qué decisiones tomaríamos y cómo estas decisiones influirían en nuestra vida. Él también sabía qué enfermedades contraeríamos, qué accidentes ocurrirían, etc. Este conocimiento previo le permitió calcular la duración de nuestra vida. Por lo tanto, ninguna de las elecciones que hacemos a lo largo de nuestra vida se sumará o restará al número de nuestros días porque estas elecciones ya se han incluido en el cálculo.