En el Nuevo Testamento muchas de esas cosas que se debian hacer se convirtieron en querer hacerlas las cuales ahora las personas las hacen en agradecimiento por el regalo de la salvacion. Una de esas es dar generosamente.
El diezmo no le es requerido a las personas cristianas, y ciertamente no determina si somos salvos o no. Pero el dar generosamente se anima porque da la norma por la cual Dios nos bendice de vuelta (Lucas 6:38; 2 Corintios 9:6) y debido a que nuestra generosidad hacia los demas agrada al Senor (2 Corintios 9:7), yo personalmente creo que el diezmo es el nivel minimo que determina nuestra generosidad. Si usted solamente deja una propina del 10% en un restaurante luego de recibir un buen servicio, ciertamente no se le consideraria ser un dador generoso.