Ebria en la iglesia

Q

Martes 6 de septiembre de 2022

P: Primero que todo quiero agradecerle por su ministerio. Yo aprecio todos los artículos basados en la Biblia y sus respuestas.

Mi pregunta puede parecer salida del patrón que normalmente usted contesta. La otra noche en un servicio del miércoles en la noche, un hombre llevó a su novia al servicio. Ella nunca había asistido anteriormente. La mujer estaba tan ebria que caminaba con dificultad y se tropezaba en todo el santuario. Durante la adoración después del servicio ella salió de la iglesia, se montó en su vehículo y empezó a sonar el claxon. Sonaba el claxon durante unos minutos, hacía una pausa y volvía a hacerlo.

Mis primeros pensamientos fueron orar por ella lo cual hice durante el servicio. También pensé que era bueno para ella haber llegado al culto por unos minutos. Luego unos días después pensé que eso no era correcto, que ella nunca debió estar en la iglesia tan ebria que no pudo recordar las cosas. No quiero parecer que no tengo compasión o que soy de duro corazón, pero no estoy segura si eso es respetuoso para el Señor llevar a alguien que se comportó de esa manera. Le agradecería su opinión.

A

R: Si es una mala educación llevar a una persona ebria a la casa de una amistad donde el resto de los invitados están sobrios, es peor llevar a la casa de Dios una persona así. Personas incrédulas son bienvenidas a los servicios de la iglesia, pero no tienen el derecho de interrumpir el servicio o tener un comportamiento irrespetuoso. Un oficial de la iglesia debió decirles al hombre y su novia que eran bienvenidos al servicio y animarlos a asistir mientras no lo interrumpan.

Pablo dijo, “Y es que, cuando ustedes se reúnen, en realidad ya no lo hacen para participar en la cena del Señor, sino que cada uno se adelanta a comer su propia cena; y mientras que unos se quedan con hambre, otros se emborrachan. ¿Acaso no tienen casas, donde pueden comer y beber? ¿O es que menosprecian a la iglesia de Dios, y quieren poner en vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué debo decirles? ¿Que los felicito? ¡No puedo felicitarlos por esto!” (1 Corintios 11:20-22). Las buenas maneras y la decencia común se espera que se practiquen en la iglesia de igual forma como se practican en otros lugares.