Los pecados del hombre rico no nos son revelados, pero una cosa si es clara. Mientras el disfruto todos los excesos que la vida podia ofrecer, no se preocupo por el hecho de que un hombre pobre estaba muriendo de hambre fuera de la puerta de su casa, anhelando comer las sobras que caian de su mesa. Santiago dice que una persona que dice ser creyente pero no hace nada para ayudar a los menos afortunados, hace dudar la validez de su afirmacion (Santiago 2:15-17).
Pero el punto de la historia es que una vez que morimos ya es demasiado tarde para cambiar nuestro destino eterno, y no les es permitido a los muertos, quienes finalmente se dan cuenta de ello, poder advertirselo a los vivos. El proposito fundamental de nuestra vida es decidir si permitimos que la muerte del Senor sirva como el pago total de nuestros pecados. Dios nos ha dado Su palabra para ayudarnos a tomar una decision pensada, pero depende de cada uno de nosotros el decidirlo. Aparte de eso, como es que una persona se hace rica o pobre no tiene consecuencias. Jesus dijo, «Porque ?de que le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ?O que pude dar uno a cambio de su alma?» (Mateo 16:26).