Jueves 14 de diciembre de 2023
P: Recuerdo que se me dijo que en Jerusalén hay un paso entre dos paredes de la ciudad al que se le refiere como el ojo de la aguja. Era muy difícil que un camello pasara por ahí y por eso las palabras de Cristo que era más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja que un rico entrara el Reino de los Cielos. Esa era una referencia al área entre las paredes y la gente entendió que eso sería difícil pero ciertamente no imposible. ¿Ha oído usted de eso?
R: Con el tiempo me he encontrado varias opiniones sobre lo que el Señor realmente quiso decir en la comparación del ojo de la aguja. Todas ellas han intentado moderar el grado de dificultad que la gente rica tiene para entrar en el cielo al hacer que el ojo de la aguja sea simbólico de algo más.
Pero lo que el Señor dijo fue cabal antes de Su discusión con el joven rico. Él se fue triste porque el Señor había expuesto su amor fundamental por la riqueza. Era tan fuerte que no pudo vender sus posesiones a pesar de que las mismas lo mantenían fuera del Reino (Marcos 10:17-24).
Después que el Señor emitió su ilustración del “ojo de la aguja” (Marcos 10:25) Pedro le preguntó quién podría ser salvo entonces, porque los judíos creían que la riqueza era una recompensa por la justicia. El Señor respondió que mientras que la salvación era imposible para el ser humano, no era imposible para Dios. Todas las cosas son posibles para Dios (Marcos 10:27).
Yo creo que el Señor tenía en mente una aguja literal y un camello literal para mostrar que es literalmente imposible para aún un hombre rico justo entrar por sí mismo en el Reino. Solamente el Señor puede hacer eso. Fue un cuadro tan vívido de Su gracia que usted no lo podrá encontrar en ningún otro lugar de las Escrituras.