El pecado en el mundo

Q Lei en su sitio web que usted cree que el pecado es lo que le da a Satanas acceso a nosotros y por eso necesitamos confesar con frecuencia para tenerlo bajo control. Entonces, mi pregunta es ?fue eso lo que le dio a Satanas acceso a Jesus? Yo se que nuestro Senor no tenia pecado, entonces ?esta usted diciendo que el pecado en general fue lo que le dio a Satanas acceso a cada uno de nosotros (o sea, el pecado original de Adan), o esta usted diciendo que nuestros pecados individuales es lo que le da acceso a el, o ambos?
A Esos son dos temas diferentes. Jesus era sin pecado, por lo tanto Su confrontacion con Satanas no puede ser comparada con la nuestra. El intento de Satanas de corromper a Jesus fue legitimo, pero la manera como respondio Jesus estaba disenada para que fuera un modelo para nuestra ensenanza. A pesar de que en cualquier momento El pudo haber expulsado a Satanas de Su presencia. El prefirio responder unicamente en la autoridad de la palabra de Dios. Eso es lo que Pablo estaba pensando cuando dijo que nosotros tenemos las armas que tienen poder divino para demoler fortalezas y cualquier pretension que se levante en contra del conocimiento de Dios (2 Corintios 10:3-5).

Y ahora a su segundo punto. Este mundo es un lugar pecaminoso, y actualmente se encuentra bajo el control del maligno (1 Juan 5:19). Eso hace que todos los que vivimos aqui estemos sujetos a los efectos de su naturaleza caida. Como personas creyentes, nuestro fracaso en confesar nuestros pecados nos puede poner fuera de la comunion con Dios y privarnos de la proteccion contra esas cosas. Puesto que somos criaturas caidas, es posible que no sepamos que tenemos pecados no confesados, y por consiguiente posiblemente no podamos evitar los apuros e inconveniencias. Por eso es que Jesus dijo que en este mundo tendriamos problemas pero que nos animaramos porque El habia vencido al mundo (Juan 16:33).

Una buena practica que nos protege de estar expuestos a Satanas es orar la oracion de David del Salmo 19:12-14:

«?Quien podra reconocer sus propios errores? Perdoname de los que no puedo recordar. ?No permitas que la soberbia domine a este siervo tuyo! ?Librame de cometer grandes pecados, y nadie podra entonces culparme de nada!«