Entendiendo la primera carta de Juan

Q

Miércoles 10 de julio de 2019

P: No entiendo la aparente contradicción en 1 Juan 1:8-10 y 1 Juan 3:6-9. ¿Estoy malinterpretando algo? Porque si decimos que no hemos pecado, hacemos que Dios sea un mentiroso, pero si continuamos pecando, ¿es eso evidencia de que no hemos nacido de Dios? Sé que soy un santo que peca… pero, por favor, ilumíneme en estos versículos.

A

R: Juan le estaba escribiendo a la Iglesia, a personas que ya son salvas. En 1 Juan 1:8-10, él estaba corrigiendo a los que piensan que, dado que ya son salvos, no necesitan buscar el perdón de Dios cuando pecan. Es cierto que nuestra continua naturaleza pecaminosa no puede hacer que perdamos nuestra salvación, pero sí puede privarnos de las bendiciones al tensar nuestra relación con Dios. Cuando pecamos, la confesión nos purifica de nuestra injusticia y nos restaura a la comunión con Él.

En un sentido general, 1 Juan 3:6-9 dice que la salvación debe evidenciarse en un cambio de actitud respecto al pecado. Ya que él amonestó a los creyentes a buscar el perdón cuando pecamos en el capítulo 1, no pudo haber intentado decir que los verdaderos cristianos no pecan en el capítulo 3. Las personas cristianas pecan como todos los demás. La diferencia es que cuando lo hacemos el Espíritu Santo nos convence y buscamos el perdón. Aunque nuestro perdón está asegurado, el proceso generalmente nos hace pensar dos veces antes de volver a pecar, y poco a poco cambiamos.

Pero la carta de Juan fue escrita específicamente contra el pecado del gnosticismo el cual negaba tanto la deidad de Jesús como que su muerte era el remedio para nuestros pecados. Al leer la carta desde esa perspectiva, ya que Juan no estaba diciendo que las personas cristianas no pecan, es lógico concluir que él estaba diciendo que aquellos que se adhirieron al pecado específico del gnosticismo no fueron salvos. En efecto, estaba diciendo que ninguna persona creyente nacida de nuevo podía aceptar el gnosticismo, y que nadie que aceptara el gnosticismo podría nacer de nuevo. Las dos posiciones son incompatibles.