Martes 12 de febrero de 2019
P: En Lucas 22:36, el Señor les dijo a los discípulos que se prepararan para su próxima vida en el ministerio. Además, en Mateo 24:15-25, a Israel se le advierte cómo responder a los peligros que se avecinan en la mitad de la tribulación. Lo que no he podido encontrar es alguna razón por la cual la iglesia pueda abastecerse y prepararse, más allá de una cantidad razonable, para los momentos difíciles que podamos soportar antes del rapto. ¿No nos lo habría advertido Jesús también si ese fuera el caso? ¿Estoy perdiendo el punto o es “prepararse para la tribulación” en realidad una falta de fe en la capacidad del Señor para proteger y proveer para sus hijos?
R: Al igual que usted, no he encontrado ningún respaldo bíblico para lo que se llama “prepararse para la tribulación”. Por el contrario, la Biblia nos pide repetidamente que seamos generosos al compartir lo que tenemos (2 Corintios 9:6), y que no nos preocupemos por el mañana, sino que confiemos en el Señor para nuestra provisión (Mateo 6:31-33). En lugar de acumular el exceso aquí en la Tierra, debemos intercambiarlo por un “tesoro en el cielo” (Mateo 6:19-21). Y recuerde, cuando estas cosas fueron escritas, los ingresos discrecionales eran casi desconocidos. La mayoría de la gente luchaba para sobrevivir.
En lugar de llamarlo falta de fe, pienso en preparse para la tribulación como una reacción humana a un futuro incierto que nace de nuestra necesidad de autosuficiencia. Si sólo estuviéramos mirando hacia un tiempo pasajero de dificultad, sería más comprensible, pero de la forma en que lo entiendo, cuando las cosas empiezan a ir mal, nunca mejorarán.
Aprender a vivir por la fe lleva algún tiempo, por lo que la mejor manera de prepararse para los momentos difíciles es comenzar a practicar antes de que sea necesario. Y diciendo la verdad, vivir por fe es algo que deberíamos haber estado haciendo todo el tiempo.