Martes 4 de mayo de 2021
P: Estuve conversando con una amiga que cree que uno puede perder su salvación. Yo creo que una vez que uno es salvo, es siempre salvo. Ella usó como ejemplo a Saúl como alguien que una vez fue salvo, pero después perdió su salvación. Yo creen en la Seguridad Eterna, pero ¿cómo puedo explicarla? ¿1 Samuel 28:19 prueba que Saúl es salvo, cuando Samuel dice que mañana estará con él? “El SEÑOR iba a entregar a Israel, lo mismo que a ti, en poder de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estarán conmigo. El SEÑOR hará que los filisteos venzan al ejército israelita.”
R: El problema con el argumento que tiene su amiga de Saúl es que no toma en cuenta la relación única que la Iglesia tiene con el Espíritu Santo. En ningún lugar del Antiguo Testamento se describe al Espíritu Santo sellado en una persona, pero sí es una promesa para toda la Iglesia.
Después de haber pecado con Betsabé, David le rogó al Señor que no alejara el Espíritu Santo de él (Salmo 51:11). Usted y yo no hacemos esa oración porque Dios no puede quitar el Espíritu Santo de nosotros. El mismo está sellado en nosotros como un depósito que garantiza nuestra herencia.
Hay muchos problemas teológicos con la noción de que una persona puede dejar de ser salva los cuales serían similares a los problemas físicos que usted encontraría si trata de no haber nacido.
Eso implica que el Señor realmente no conoce quiénes son Suyos como Él dice conocerlos, y que usted no tiene la autoridad de convertirse en hijo de Dios, que Él no puede guardar a las personas que el Padre le entregó como Él lo prometió, y que el Espíritu Santo puede ser removido de nosotros, lo que significa que Él realmente no es una garantía para nuestra herencia después de todo.
Significa que a pesar de que la salvación es un regalo gratuito que se le da a cualquiera que la pide, sin importar ningún mérito propio, el Señor la removería si Él más tarde descubre que no la merecíamos.
Por supuesto, eso significa que el Señor puede cambiar de manera de pensar acerca de nosotros, con la implicación de que Él realmente no conoce el fin desde el principio, que realmente no somos una nueva creación violando así el argumento de Pablo en 2 Corintios 5:17, que sí hay condenación para quienes están en Cristo Jesús violando así su argumento en Romanos 8:1, y que algo nos puede separar del amor de Dios en violación a su promesa en Romanos 8:38-39.
Significa que después de haber empezado con el Espíritu Santo, debemos continuar con nuestros esfuerzos humanos en violación a Gálatas 3:3, y que Aquel que empezó la buena obra en nosotros realmente no la puede terminar completamente, lo cual es una violación de Filipenses 1:6.
Yo podría citar docenas de otros versículos pero yo creo que ya usted tiene el punto. Yo he escrito varios artículos sobre el tema los cuales usted puede encontrar en el libro digital “La Seguridad Eterna” el cual puede descargar gratuitamente desde esta página web.
En cuanto a 1 Samuel 28:19, esta es una profecía de la inminente muerte de Saúl. El “conmigo” en el pasaje se refiere a Samuel, no al Señor. Samuel había muerto antes y Saúl estaba hablando con él a través de la hechicera de Endor. Samuel está diciendo, que así como él, Saúl también estará en el mundo espiritual al día siguiente.