Su pastor puede haber estado refiriendose a Lucas 6:38 en donde el Senor dice,
«Den, y se les dara: se les echara en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medira a ustedes.»
O el puede haber estado refiriendose a 2 Corintios 9:6 que dice,
«El que siembra escasamente, escasamente cosechara, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechara.»
Esas promesas nada tienen que ver con la salvacion, sino con las bendiciones que Dios ha prometido conferir a las personas creyentes en proporcion a su dar. En la Iglesia no damos porque Dios asi lo requiere. Y tampoco damos para recibir algo de vuelta. Damos porque estamos agradecidos por el regalo gratuito de la salvacion que ya hemos recibido.
Dios se complace con nuestra expresion de gratitud y nos bendecira correspondientemente. Mientras que nuestro dar sea solamente como una muestra de gratitud y no por motivos egoistas, mientras mas generosos seamos hacia El, mas generoso sera El con nosotros.
Pablo dijo, «Ustedes seran enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasion puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios» (2 Corintios 9:11).